La escalada militar entre Irán e Israel, iniciada el pasado viernes, ha dejado hasta el momento al menos 237 personas fallecidas y miles de heridos, según reportes oficiales de ambos países.
De acuerdo con el Ministerio de Salud de Irán, los ataques aéreos israelíes han causado 224 muertes en territorio iraní, además de más de 1,400 personas hospitalizadas, muchas de ellas con heridas de gravedad. Entre las víctimas se encuentran civiles, niños, personal militar y científicos vinculados al programa nuclear iraní.
Por su parte, las autoridades israelíes han confirmado 13 fallecidos y al menos 380 heridos como consecuencia de los ataques iraníes con misiles y drones.
Los bombardeos han afectado tanto objetivos militares como zonas residenciales. En Teherán, un edificio de 14 pisos que albergaba empleados del Ministerio de Defensa fue alcanzado por misiles, provocando la muerte de al menos 60 personas, incluidos 20 menores de edad. También se han reportado explosiones en instalaciones clave como el cuartel de la Policía de Teherán y centros de investigación nuclear.
Mientras tanto, Israel continúa con su ofensiva aérea sobre instalaciones militares y estratégicas en Irán, justificando sus acciones como una medida preventiva ante el avance del programa nuclear persa. Irán, por su parte, ha respondido con múltiples oleadas de misiles balísticos y vehículos aéreos no tripulados.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación el desarrollo de este conflicto, que marca un punto sin precedentes en la ya tensa relación entre ambos países.
