El Mundial de Clubes sigue siendo esquivo para los representantes de la Conmebol. La eliminación de Palmeiras el domingo a manos de Tigres de México (1-0) en semifinales dejó a Sudamérica sin la posibilidad de ver a uno de sus clubes con el cetro mundial por octava edición consecutiva.
Desde que el Corinthians derrotase al Chelsea inglés en la final de la edición de 2012, ningún otro club sudamericano ha vuelto a proclamarse oficiosamente como el mejor equipo del mundo.
Y eso que, desde este título, los argentinos San Lorenzo y River se quedaron a las puertas en 2014 y 2015, pero sendas derrotas ante Real Madrid (2-0) y FC Barcelona (3-0) respectivamente privaron a Argentina de colocar por primera vez a uno de sus clubes como campeón del Mundial en su nuevo formato.
Después, en 2017, el brasileño Gremio perdió 1-0 en la final ante el Real Madrid, y en la última edición disputada, en 2019, el Liverpool dejó al Flamengo (1-0 en la prórroga) a las puertas de la gloria.
Pero si en las 17 ediciones disputadas del Mundial de Clubes, incluida la actual en Catar, sólo cuatro equipos sudamericanos han subido al escalón más alto del podio, todos ellos brasileños -Corinthians en 2000 y 2012, Sao Paulo en 2005, Internacional en 2006- un dato más refuerza la tendencia a la baja de los clubes sudamericanos en la cita planetaria.
– Sin presencia en cinco finales –
Cinco de las 17 finales disputadas -incluida la de Catar el jueves- en el Mundial de Clubes no contaron con ningún equipo sudamericano, y eso que el campeón de la Libertadores arranca en semifinales de la competición.
Si las primeras seis ediciones del torneo en el formato actual contaron con al menos un equipo de la Conmebol en la final, entre 2000 y 2009, en las once ediciones disputadas desde 2010, en casi la mitad (5) los contendientes en la final no tenían acento sudamericano.
En efecto, la reciente eliminación del Palmeiras supone la quinta ocasión en la que un equipo de la Conmebol queda fuera de la final tras los brasileños Inter de Porto Alegre (2010) y Atlético Mineiro (2013), el colombiano Atlético Nacional (2016), y River Plate de Argentina (2018).
Todos ellos salvaron el honor ganando el partido por el tercer puesto, algo que Palmeiras deberá ratificar venciendo al perdedor del duelo entre el Bayern de Múnich alemán y el Al-Ahly de Egipto.
En el cómputo total del Mundial de Clubes, abierto a equipos de todas las confederaciones, en contraposición a la Copa Intercontinental que sólo disputaba el campeón de Europa y el de la Copa Libertadores, los clubes europeos cuentan con 12 títulos, por cuatro sudamericanos.
En caso de que bávaros derroten este lunes al campeón africano en la otra semifinal, y repita victoria tres días después ante Tigres de México, Europa ampliaría su hegemonía en este torneo, apuntándose su 13º entorchado, más del triple de los que atesoran los equipos sudamericanos.
Lejos queda la época en que Sudamérica se adjudicó consecutivamente las tres primeras ediciones del Mundial de Clubes, con el Corinthians en el torneo jugado en Brasil a modo experimental en 2000 y con Sao Paulo (2005) e Inter de Porto Alegre (2006) después.
Desde 2007 y el éxito del Milan de Kaká sobre Boca Juniors, todos los títulos han sido para equipo europeos, salvo el de 2012, en el que el Corinthians sorprendió 1-0 al Chelsea.
Boca Juniors, ganador de la Copa Intercontinental en 2003, puede presumir de ser el último club sudamericano en alcanzar la gloria mundial con aquel formato.
«Realmente hicimos y conquistamos algo muy importante para la historia del club, la Libertadores. Pero no entramos a la cancha apoyados en eso. Tratamos de dar lo mejor», se consoló el volante ofensivo del Palmeiras Gustavo Scarpa.
Su equipo, Brasil y Sudamérica deberán esperar al menos un año más.
//Andina.