La leyenda del boxeo Manny Pacquiao reconoció su derrota en las elecciones presidenciales de Filipinas, ganadas de forma aplastante por Ferdinand Marcos Jr, hijo del fallecido dictador homónimo de este archipiélago asiático.
«Como boxeador y atleta, sé aceptar la derrota», dijo Pacquiao en un video publicado en Facebook el martes por la noche. «Solo espero que aunque yo haya perdido esta pelea, mis compatriotas filipinos que están sufriendo ganen», añadió.
Pacquiao, que se presentó con la promesa de combatir la corrupción y las drogas y mejorar el nivel de vida de la población, deseó éxito al ganador, Marcos Jr, y le pidió que trabajara para «ayudar a los muchos pobres» del país.
Los sondeos preelectorales daban pocas opciones de victoria a Pacquiao. En el recuento inicial, la estrella del cuadrilátero obtuvo unos 4 millones de votos (6,6%), quedando en tercera posición por detrás de Marcos Jr y la liberal Leni Robredo.
Pacquiao, anteriormente senador y congresista, anunció su retirada del boxeo en septiembre y poco después se declaró candidato a la presidencia.
Profundamente admirado en Filipinas por su historia de niño callejero convertido en estrella internacional, su carrera en política es más controvertida por su apoyo a la sangrienta guerra contra las drogas del presidente saliente Rodrigo Duterte y su absentismo como parlamentario.