
La organización del Mundial de Qatar presentó ayer domingo una ceremonia de inauguración con un recuerdo a la historia de este torneo y que también sirvió de escaparate para dar a conocer la vida y la cultura en esta región del Golfo.

Aproximadamente una hora y cuarto antes del pitido inicial del Qatar-Ecuador, el duelo con el que arrancará la primera Copa del Mundo en un país árabe, se celebró la ceremonia de apertura que duró 30 minutos en el espectacular estadio Al Bayt de Al Khor, el más alejado de Doha, a algo más de una hora de trayecto del centro de la capital catarí.

Sobre un fondo negro, la ceremonia comenzó con un guiño al estilo de vida tradicional en el desierto, con unos camellos sobre unos bancos de arena que dibujaban el mapa del mundo.
Con la narración del actor estadounidense Morgan Freeman, presente en el estadio, el acto pasó a ser un homenaje al hincha, con cánticos de todas las aficiones y unas camisetas gigantes representando los equipos presentes en este Mundial, además de las banderas de los países participantes.
