Zonas de los distritos de Huánuco y Amarilis aún se encuentran en alerta ante huaicos como los ocurridos el último lunes, pues, según estudio previos del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), la zona muestra una geodinámica muy activa evidenciada por la ocurrencia de movimientos en masa, susceptibilidad latente ante la presencia de lluvias intensas estacionales.
En un reciente estudio de peligros geológicos en la ciudad de Huánuco del 2023, que se encuentra en ejecución, se efectuó el inventario y la cartografía de los procesos en movimientos en masa en esta ciudad; que servirá como herramienta fundamental para la gestión de riesgos de desastres.
Además, estudios desarrollados por el Ingemmet en el 2006 identificaron como zonas críticas los sectores Llicua, La Esperanza y las quebradas Tingoragra y Las Moras, ubicadas en los distritos de Amarilis y Huánuco.
Llicua: antecedentes de huaicos, erosión de laderas, derrumbes y deslizamientos. En esta zona ya existían derrumbes en ambas márgenes de la quebrada Agoragra, donde el flujo de agua socavaba la base de las laderas produciendo derrumbes y deslizamientos, y materiales sueltos acarreados en periodos lluviosos como huaicos.
Se indicó como alternativa de control la construcción de diques disipadores y forestar las laderas de la quebrada.
La Esperanza: antecedentes de huaicos excepcionales. Asimismo, se registró la existencia de depósito antiguo prehistórico que desvió el río Huallaga. También se tiene evidencias de huaicos que se canalizaron por la quebrada Pumarinri y afectó viviendas de la cooperativa Jancas.
Como alternativa de control se recomendó ejecutar trabajos de limpieza de cauce y encauzamiento de la quebrada en este sector.
Quebradas Tingoragra y Las Moras (Rondos y La Florida): antecedentes de huaicos, derrumbes, deslizamientos, erosión de laderas e inundaciones. Se sugirió colocar defensas ribereñas por medio de enrocados como alternativa de control, en la zona afectada por inundaciones.
