
Tras la visita realizada, el consejero regional por la provincia de Leoncio Prado, Amancio Del Águila, constató los trabajos que desarrollan en la construcción del puente Tingo María – Castillo Grande. Laboran en dos frentes, en lo que corresponde a la excavación para el pilotaje y el enrocado para la defensa ribereña.
Según el consejero, este mes es clave para que la empresa ejecutora avance y puedan llegar a un 13 % de la ejecución programada para fines de octubre.
Este proyecto contempla la construcción de un puente de tipo atirantado, el primero de su tipo en en la región, para el que actualmente edifican las bases. Contará con una luz de 150 metros, en dos tramos: una de 90 metros y otra de 60. La estructura estará apoyada en estribos de ambas márgenes, y tendrá un pilar central de 60 metros de altura.
Tendrá un total 68 pilotes; 35 en la parte central, colocadas desde una profundidad de 37 metros, 8 en el margen derecho, en 21 metros de profundidad y 25 en el margen izquierdo, de 29 metros, según indica el expediente técnico.
El material metálico (camisetas) para la colocación de los pilotes, pesa aproximadamente 800 toneladas; son tuberías de acero de 6 metros de longitud, 1.20 m. de diámetro; que serán utilizadas como camisetas no recuperables para el fundido de los pilotes, los cuales se colocarán progresivamente, según avance la construcción.
Una vez concluido la etapa de colocación de pilotes, trabajarán la construcción de vigas metálicas para dar soporte a los tableros de concreto armado, lugar por donde transitarán los vehículos.
Según el supervisor del proyecto, Carlos Calvo Astete, al ser una obra de alta dificultad, se requerirá un servicio especializado de mano de obra que garantice el cumplimiento de los sistemas de control, de acuerdo con el reglamento establecido.
Al igual que requiere un equipo especial para la colocación de los pilotes, también tendrá que contar con un equipo especializado para los trabajos posteriores a la cimentación.