
Esmelda Campos Camizán (28) junto a su hermana viajaba de Ramal de Apuzana a Tingo María para internarse, porque estaba programado su parto, pero en el trayecto por los movimientos empezó a tener dolores fuertes, por lo que el conductor del automóvil en el que viajaba acudió a la comisaría de Pumahuasi para pedir apoyo para asistir a la gestante.
Ante ello, los policías sin dudar, dirigidos por el teniente PNP Orlando Paredes Ruíz acondicionaron un espacio en el piso, cerca del umbral colocaron un colchón, cojines de los muebles y colchas para que la gestante pueda alumbrar a su bebé. Pese que en el ambiente había mucha tensión y preocupación por el estado de madre e hija, Esmelda pudo traer al mundo a su segunda hija apoyados por los agentes que tuvieron que hacer de parteros.
‘El cordón umbilical lo cortó el personal del SAMU, porque nosotros no contábamos con el material esterilizado’, dijo en comunicación con Tu diario uno de los agentes que apoyó directamente en el parto. La bebé tenía un peso de 3.300 y apenas salió del vientre de su madre empezó a llorar, por lo que Esmelda tuvo que amamantarla, mientras los policías observaban con ternura la escena.
‘Ver a la bebé sana y salva en los brazos de su madre fue reconfortante para nosotros que estamos prestos y listos para servir a las personas que nos necesitan’, dijo otro de los agentes que atendió el parto. Tras la hazaña, madre e hija a bordo de una ambulancia del SAMU fueron trasladadas al hospital de Tingo María, donde quedaron en observación.
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El suboficial Carrillo, uno de los que participó directamente en la emergencia obstétrica será el padrino de la bebé.