La parte selva de Huánuco, es sin duda una de las más extensas de la región; a su vez, las más desatendidas por las autoridades; ello, se refleja en que, por más 42 años la comunidad nativa de Unipacuyacu, ubicada en la provincia de Puerto Inca, no tiene sus límites territoriales saneados, ni tampoco su población cuenta con la titulación de las 22 mil hectáreas que ocupan. Esta situación, conllevó a la población a ser acorralados por los invasores y narcotraficantes, quienes, incluso, los amenazan de muerte.
Según un análisis del portal Mongabay Latam, la devastación por deforestación y actividades ilegales, a la fecha ha impactado a la mitad de su territorio. Al respecto, es necesario señalar que, la comunidad solicita la titulación de 22 745 hectáreas, pero, según el análisis realizado por Mongabay Latam, unas 1 159 hectáreas han sido ocupadas por cultivos ilegales de coca, 4 829 por la minería ilegal y 5 367 han sido deforestadas: una devastación total de 11 356 hectáreas. Actualmente, el distrito de Codo de Pozuzo, ha sido ocupada en su mayoría por gente foranea; pues, le compraron predios a los antiguos pobladores.
El otro problema es la deforestación del territorio. Aquellos que no son naturales de la zona deforestan los bosques para sembrar pasto, coca, entre otros cultivos. Este problema, no puede ser detenido por los nativos, ya que, cuando lo han intentando se han enfrentado a personas armadas y con gran poder económico. Los nativos no cuentan con garantías de vida y temen ser asesinados, como el anterior ‘apu’ de Unipacuyacu, Arbildo Meléndez, quien fue ultimado el 12 de abril de 2020, tras denunciar invasiones y narcotráfico en su territorio. Por ello, muchos optan por abandonar sus tierras.
“Son varios los líderes asesinados casi como animales, y solo por proteger sus territorios. Nosotras nos dedicábamos a nuestras comunidades y ahora hemos huido porque es en nuestras comunidades donde está la amenaza”, dice Zulema Guevara Sandoval, viuda de Meléndez. Tras la muerte de Meléndez, los cultivos ilícitos de hoja de coca y la tala ilegal se han incrementado. Los comuneros advierten: “es probable que las organizaciones criminales los estén vigilando”
Aún no hay fechas claras sobre el proceso de titulación de Unipacuyacu. El gobierno regional y los municipios locales y provinciales son señalados por las comunidades como los responsables del retraso y el favorecimiento y creación de caseríos dentro de predios indígenas.
Según Mongabay Latam, Unipacuyacu, es el segundo Vraem (Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro); pues, es tierra roja.
Unipacuyacu, se conformó oficialmente en 1992, ante la necesidad de ser reconocidos como una comunidad nativa. Los ‘apus’, junto a su pueblo, lograron demarcar su territorio de 23 mil hectáreas en 1995; año, en el que recibieron su resolución de reconocimiento. recuerda un anciano de la comunidad.
Este mes se cumplen 42 años desde que los kakataibos se asentaron en Unipacuyacu y lejos de ver el crecimiento del pueblo, sus miembros sienten que el espacio se reduce cada vez más para las 53 familias (251 personas).
Hasta el momento no hay fechas claras sobre el proceso de titulación de Unipacuyacu. En el 2018, tras la elaboración de un informe sobre la titulación de las comunidades campesinas y nativas a nivel nacional, la Defensoría del Pueblo expresó su preocupación por la falta de atención a las comunidades nativas Unipacuyacu, Nueva Austria y Nueva Alianza de Honoria, las tres en la provincia de Puerto Inca
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Según Mogombay Latam, en este momento ocho comuneros y líderes kakataibo se encuentran amenazados de muerte por parte de grupos relacionados con el narcotráfico, incluso algunos se han visto obligados a abandonar sus comunidades.