
La instalación de biohuertos para el cultivo de hortalizas orgánicas, la implementación de tecnologías de riego para elevar la productividad agropecuaria, y la creación y desarrollo de pequeños propios emprendimientos para el incremento de los ingresos familiares, son algunas evidencias que muestran el cambio en la economía y la vida de 400 familias de las comunidades rurales del distrito de Huácar en la provincia de Ambo.
Estos fueron logrados con el financiamiento y asistencia técnica de Haku Wiñay/ Noa Jayatai (vamos a crecer), proyecto emblemático de Foncodes que desarrolla capacidades productivas y emprendimientos rurales.
En los tres años de intervención del proyecto, ha logrado progresivamente mayor seguridad alimentaria y el incremento de los ingresos económicos de hogares en pobreza de Ancasmarca, Huisca, San Isidro de Añay y San Pedro de Acobamba.
Según Marionila Carbajal Gómez, especialista territorial de proyectos productivos, los trabajos se realizaron en el marco de un convenio tripartito entre Foncodes, la municipalidad distrital de Huácar y los hogares usuarios.
El uso de tecnologías productivas ha fortalecido los sistemas de producción familiar: riego tecnificado por aspersión, microaspersión y goteo; biohuertos a campo abierto y bajo fitotoldos; módulos de crianza de cuyes, módulos de crianza de gallinas de postura, cultivos de pastos y elaboración de abonos orgánicos.
Con el sistema de riego tecnificado, aprovechan eficientemente el agua, logrando incrementar la producción de hortalizas y otros vegetales. “Ahora podemos regar en tiempos de sequía”, dice Rubén Carbajal Serrano, usuaria del NEC Huácar.
El manejo tecnológico en los cultivos y en la crianza de los animales ha elevado la producción y el abastecimiento de alimentos, disponiendo de excedentes para la venta, una estrategia de generación de ingresos más sostenible.
La mejora de la vivienda para hacerla más saludable fue posible a través de cocinas que optimizan el uso de leña y expulsan humos y cenizas fuera del hogar mediante cámaras de combustión herméticas y chimeneas, la capacitación en consumo de agua segura, la adecuación de los ambientes de la vivienda, y el manejo de residuos sólidos.
En Huácar, el proyecto Haku Wiñay implementó 264 módulos de sistemas de riego, 400 módulos de biohuertos, 400 módulos para animales menores (gallinas y cuyes), y 400 parcelas de pastos y forraje. También mejoraron 400 viviendas.
Están en marcha diversos emprendimientos, tales como producción y comercialización cuyes, cerdos, crianza de truchas, miel de abeja, cultivo y venta de rocotos, derivados lácteos, huevos de gallinas de corral, crianza de ovinos; fabricación de monturas y arados, artesanía en telar e hilo, servicio de salón de belleza, carpintería, panadería, molino de granos y otros.
Las familias aprendieron el manejo de tarjetas de débito, el uso de los servicios bancarios (depósitos y transferencias) y la importancia del ahorro