‘Guerra’ por agua en el distrito de Anda causa enfrentamientos

El caserío de Angashyacu en el distrito de Santo Domingo de Anda, provincia de Leoncio Prado, se ha convertido en un escenario de “guerra” por el control y administración de las fuentes de agua. El presidente de la Junta Administradora de Servicios de Saneamiento – JASS Angashyacu, Carmen Julca Ambicho, informó de agresiones, destrucción de infraestructura, amenazas y denuncias.

Explicó que el problema se generó hace un año aproximadamente cuando una propietaria de un terreno, instaló una piscigranja para el cual requiere gran cantidad de agua y pretendió instalar una toma que afectaría directamente a los usuarios del JASS Angashyacu, que tienen la administración de ese ojo de agua, conforme a la resolución de la Autoridad Local del Agua.

Pero el problema se agudizó en la zona cuando 12 familias integrantes de la junta vecinal Paraíso, se retiraron del JASS Angashyacu por incumplimiento de sus obligaciones y recibieron el reconocimiento de la Municipalidad Distrital de Santo Domingo de Anda, haciendo uso del agua cuya licencia la tiene solo el JASS.

A partir de la decisión municipal, se tienen tres grupos en conflicto: por un lado la JASS Angashyacu, por otro lado las familias de la junta vecinal Paraíso y el tercer grupo la empresaria de la piscigranja.

La consecuencia directa es que las disputas por el agua son permanentes, en una zona donde hay extensiones agrícolas que usan indiscriminadamente las escasas fuentes de agua y la contaminan, pese a que las destinadas para consumo humano son escasas.

Los constantes enfrentamientos verbales fueron enardeciendo los ánimos hasta agresiones, personas detenidas y decisiones como la propietaria del terreno donde se ubican las piscigranjas que lo cercó impidiendo que los integrantes del JASS Angashyacu acceda a las instalaciones. El resultado fueron las  denuncias e intervención policial con apertura de investigación fiscal.

Por otro lado, la autoridad municipal que reconoció el uso del agua por parte de la junta vecinal, a pesar que no es su competencia, también intermedió para que ellos usen parte de la infraestructura del JASS, lo que generó otro enfrentamiento.

La agudización de la crisis se produjo el lunes 6 de mayo, cuando se interrumpió el servicio del agua y los integrantes de la JASS hicieron la inmediata constatación de toda la infraestructura, detectando la destrucción de las instalaciones y varios componentes de la infraestructura, situación que traerá consigo respuestas más violentas contra quienes serían los causantes de este acto delincuencial.

Hasta el cierre de esta edición no se conocen de pronunciamientos institucionales ni personas que las autoridades hayan identificado como los causantes del desastre.

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