
Por: Víctor Raúl Osorio Alan*
Misterio de aquel futuro sutil, misterio que descuenta milésimas de segundos en cierta entelequia real. La atmósfera buscaba ocupar su dichoso lugar, los océanos giraban con volúmenes de emociones, y, nuestros personajes llegaban por destinos opuestos, estaban frente al ser imaginado, hubo abrazo muy afectivo del trío, fue percibido, celebrado e imitado.
Son los nietos de Pillkumozo, hablaron los únicos longevos con el aval de Paucarbamba rejuvenecido.
El varón es retoño de la Bella Durmiente, afirmó una mamita mientras hilaba esperanzas en el huso que giraba en franca competencia con el planeta Tierra.
La niña de voz atildada es la enviada de Waywash, expusieron los arrieros que viajaban de oeste a este y reponían energías al pie de Rondos, fuente de granizadas.
HUK, UNO, ONE
Pillkumozo siempre fue reservado, ajeno a toda intriga, pero la presencia tierna le hizo sentirse como flor de la juventud. Pidió que desvelen sus nombres, lo hizo con derroche de amabilidad.
Soy Qantu o Cantuta, clavel propio de estas regiones que crece amparada por mi abuelo Waywash. Mi nombre tiene vínculo con la floricultura, vengo de muchas partes con el rocío, mi aliado casto.
¡Un suave aroma vivificante de peculiar textura corrió con prestancia y transformó la tarde mustia por una muy alegre!
Mi nombre es Turmanya o Arcoíris, creación excepcional de la Bella Durmiente, he viajado cuando se abrieron las compuertas de la Amazonía. Hojas caídas me elevaron e hicieron una parábola, aquí estoy para escuchar vuestros enfoques.
¡El gorjeo de avecillas llegó hasta los confines del norte magnético y de la Cruz del Sur!
Bueno de buenos. Hola, nuevamente, soy Pillkumozo, nací entre nirvanas e ideas, libro batallas para mantener lúcido, fresco el ecosistema, me ayudan luna, viento, sol, lluvia, nevada, chubasco… Cada quien actúa como un eslabón sustancial para conservar nuestro hábitat.
¡Las flores bailaron bajo los acordes de la banda sonora de animalandia, pronto lanzaron las notas musicales en los afluentes hídricos!
Turmanya y Qantu ejercitaron el arte de escuchar y hablar, leer y escribir, lo mismo podría decirse de Pillkumozo.
Pregunten lo que quieran, a su libre albedrio, dijo la figura pétrea, mientras brindaba sombra a los infantes.
¿Qué significa vuestro nombre, abuelito?, pudo oírse una curiosidad forjada al unísono.
Ave y planta crecen en la cuenca del Pillkumayu, todo eso dio pie para llamarme Pillkumozo (Joven Pillku), invierto el tiempo (mi valioso tiempo) en cavilaciones futuristas. Cada 21 de junio (inicio del calendario andino) escucho y agradezco los consejos que proclaman los tres altozanos más prevalecientes de esta zona.
¿Qué pasará en los siglos nacientes?, lanzó su consulta Turmanya.
Esta cuenca y demás confines han de cobijar a diversas culturas, ahí veo a los Wanuku, Panatagua, Yaro, Chupaycho, Yacha, Wamali y otras. Dejarán vestigios arqueológicos.
Qantu quedó ensimismada, incluso luego de preguntar: ¿Cuál será el vestigio que perdure como luz de milenios?
La escultura de las manos cruzadas de Kotosh (montículo de piedras), a casi una legua de donde estamos parlando, a orillas del río Higueras. La luz alegre de Kotosh convocará a mucha gente, incluso venidos de allende.
Un poeta dirá y ha de publicar: Si ya conoces Kotosh, / ahora prueba tocosh.
¿Quiénes habitarán esta cavidad? Se peguntó a sí mismo y calmoso procedió a leer la línea de tiempo.
Visiono a los Wanuku dando paso a una metrópoli que empezará en doscientas manzanas (será en el siglo XVI) y andando el tiempo llegará hasta las sienes de Riondos, Paucarbamba y Marabamba, incluso podría unir Wanuku con la tierra de Ambuk Wayta.
ISHKAY, DOS, TWO
La plática dejó bocas resecas, entonces, extendieron las manos con las palmas hacia arriba, captaron las gotas de rocío y lograron mitigar la sed. Ahí tienen la evidencia de que la mano fue la primera cuchara.
Toda la biodiversidad, en modo causal o casual, prestaba atención a los hechos.
Hubo muchas borrascas en invierno, / pero más de una estirpe hizo cuaterno, / feliz presencia de la primavera / sabe de piropos, de risa obrera.
Sentimental y curioso verano / pasó jalado por un aldeano, / desvelos y reflexiones de otoño / fueron rotas con llantos del retoño.
¿Para qué vendrá tanta gente hasta echar semillas? Pudo oírse una voz desde el escondrijo cercano.
El clima benigno de locuaz primavera será elixir para combatir malestares adquiridos en otros climas, otra razón, va ser el ingreso a la Amazonía.
Pillkumayu, bonito nombre, ¿va perdurar? Mi estimada Qantu, todo indica que, por diversos factores, Pillkumayu será desplazado por Huallaga.
¿El agua va alcanzar para tanta gente? Buena pregunta Turmanya. Mis pares de la cosmogonía vaticinan el incremento de la polución ambiental, eso va repercutir en las cadenas níveas, a la postre, en el agua. Situación delicada para educarse en el ahorro del recurso hídrico.
Abuelo, Pillkumozo, ¿algo podemos hacer? Hijos míos, desde ahora, sensibilización continua para ubicar plantones hasta que se conviertan en árboles y bosques, también, regular las actividades extractivas en cabeceras de oquedad.
KIMSA, TRES, THREE
Un sonido furtivo e inusual obligó a Pillkumozo a levantar la vista, así, mediante la telepatía pudo dialogar con el cóndor: no sortees mi encargo, predilecto amigo, ¿o refresco vuestra memoria con alazos aerodinámicos?
Tranquilo, pierda cuidado, es mi tarea: Daniel Alomía Robles ha de plasmar El cóndor pasa y será la zarzuela más interpretada en el mundo como si fuera un eterno Amanecer andino, incluso las estrellas imitarán el vuelo inacabable del ave de presa, boato de los Andes y la selva alta.
Qantu, mariposas, Turmanya, avecillas, demás vertebrados e invertebrados jugaron a las escondidas en medio de los densos cultivos. Pillkumozo hizo de árbitro, hubo contento por su imparcialidad.
Tanto ejercicio condujo hacia la práctica de natación en las cristalinas aguas de Pillkumayu. Pompas ácueas idearon anáforas:
Jugando dimos alivio a la tarde, / jugando brota el afecto sin alarde; / despierta estuvo la festiva noche, / despierta pide rimas en su coche, / vimos nadar a jóvenes celajes, / vimos regodeos entre linajes.
Fantasía, entretenimiento, visiones, misiones, preocupaciones, alternativas fueron dichas, hechas y asumidas.
Pillkumozo esbozó la frase mítica, parece que tenía listo con mucha antelación: sabía que iban a llegar, sabía que se marcharían tarde o temprano, aquí estaré por siempre. Hizo un guiño y los críos volvieron a sus orígenes.
¡Valioso aprendizaje! El futuro está trémulo, el presente medita desde el pasado. ¡Repámpanos!
*“El Puchkador de la Nieve”