
El Seguro Social de Salud (EsSalud) gestionó la elaboración y distribución de repelentes a las regiones más afectadas por el dengue, para evitar la propagación de esta enfermedad. Al momento, entregaron 6000 repelentes a Ica y en los próximos días llegarán 2500 a Piura y 1500 a Huánuco.
La producción de estos 10 000 repelentes estuvo a cargo del Departamento de Farmacia del Hospital Edgardo Rebagliati, como parte de las estrategias de contingencia de EsSalud para hacer frente a la propagación de dengue.
“Dentro de nuestras actividades estratégicas para combatir el dengue consideramos la transferencia tecnológica; es decir, capacitar al personal de salud para la producción de este repelente en otras redes, para el abastecimiento de insumos”, detalló Edwin Neciosup, jefe de la Oficina de Inteligencia Sanitaria de EsSalud.
Los repelentes de composición natural contienen agua destilada, carbopol, aceites esenciales a base de Cymbopogon citratus (hierba luisa) y Mentha piperita (menta), trietanolamina y twin. A la fecha, se cuenta con evidencia científica clínica y preclínica que sustenta el efecto repelente y el tiempo de duración similar comparado con el repelente convencional o químico.
Al tener una composición natural, este producto ofrece una menor toxicidad a comparación de los productos industrializados. Sin embargo, como en el uso de todo repelente, se recomienda una previa aplicación en el antebrazo, verificar que no ocurra ninguna reacción alérgica antes de proceder a su aplicación otras partes del cuerpo.
Los especialistas recomiendan, al momento de adquirir un repelente, verificar en el envase la cantidad de DEET (ingrediente líquido e incoloro). Este debe fluctuar entre el 10 % y 30 % de concentración, así cuanto mayor sea el porcentaje el efecto del producto durará más tiempo. La elección dependerá del lugar que vayamos a visitar: el campo, el cementerio, lagunas, bosques, etc.
En tanto, para contrarrestar los efectos de la enfermedad, monitorean su comportamiento en todas las regiones.