Honorato Peña Espinoza es un apicultor, cacaotero y piscicultor de la comunidad de Paraíso, ubicada en el distrito de Cholón en la región Huánuco. Con el apoyo de su familia y del programa de desarrollo alternativo que conduce la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) logró consolidar su deseo de producir cacao y destacar en la crianza de abejas y peces amazónicos en su finca llamada Paraíso Real.
Honorato llegó a Paraíso en el año 1980 cuando tenía 17 años de edad como muchos jóvenes por la creciente expansión del cultivo de la hoja de coca, a los pocos años, la situación se tornó insostenible por el narcotráfico.
Ese contexto hizo que Honorato, en el año 1991, decidiera salir del lugar con su familia y abandonar todas sus pertenencias y continuar su vida en la ciudad dedicándose a actividades diferentes a la agricultura y la crianza como siempre deseó.
Luego de 10 años, viendo que la situación en Paraíso se calmó, regresó con su familia a reiniciar sus cultivos, encontrando el lugar muy desolado con apenas ocho familias que intentaban también retomar sus actividades en el campo, escenario que no lo desánimo y siguió con su proyecto.
Y fue hasta que Devida llegó a su zona con propuestas de actividades de desarrollo alternativo. “No hay punto de comparación entre las épocas de delincuencia y violencia vividas por el tema de las drogas y la subversión, con la situación actual. Ahora la situación es muy diferente, tenemos nuestro cacao, nuestro apiario con su respectivo equipamiento, del que vengo cosechando la miel desde el año pasado, tengo además cuatro pozas de crianza de peces amazónicos”, declaró.
Por otro lado, manifiesta que también incursionó en la forestación con árboles de bolaina y otras especies, que son importantes para la alimentación de las abejas, como él los llama, “Esta institución llegó como caída del cielo, agradezco a Devida porque gracias a su apoyo, mi familia está saliendo adelante”, nos cuenta muy alegre.
Don Honorato recomendó a los agricultores que aún se dedican a cultivos ilícitos, que se dediquen a actividades alternativas. “El trabajo es seguro y tranquilo, ninguna autoridad nos busca ni persigue”, afirmó.