
Un lamentable accidente cambió su vida porque perdió la visión y debió empezar de nuevo
El Programa Contigo del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), apoya a miles de ciudadanos que padecen una discapacidad severa y se encuentran en situación de pobreza, como es el caso de Pedro Juan de Damácio, de 62 años; quien vive en el centro poblado Rain Cóndor, en el distrito de Chavinillo en la provincia de Yarowilca, donde existen decenas de peruanos del campo que poseen motivadoras historias.
Son ellos quienes cultivan la tierra para la alimentación familiar del país y que, además, mantienen sus vidas en armonía con la naturaleza.
Don Pedro es una de las más de 77 000 personas que recibe una pensión no contributiva bimensual de 300 soles y el acompañamiento del equipo del programa Contigo en todo el territorio nacional.
Él no siempre estuvo limitado por una ceguera; alguna vez, siendo jornalero en la selva de Tingo María, Pucallpa e Iquitos; su visión era casi perfecta. Sin embargo, un lamentable accidente cambió su rutina, perdió la visión y debió empezar otra vez.
Él es muy respetado en su comunidad, participa activamente en la organización de los pobladores, ejerce su ciudadanía vigilando a las autoridades. Se preocupa por los servicios básicos: “Si yo no puedo ver la luz, quiero que mi comunidad si la vea todo el día”, asegura con mucha energía.
Don Pedro está siempre dispuesto a colaborar con los facilitadores y es un gran soporte para Contigo desde hace tres años, según los referentes de este programa en la zona.
Este ejemplo de perseverancia comparte su humilde vivienda de adobe con su menor hijo, quien todavía cursa estudios secundarios. Sus hermanos mayores se fueron a la ciudad con la esperanza de forjarse una nueva vida.
Desde que perdió a su esposa, hace unos años, siente que el destino fortaleció su vínculo con la tierra, por ello no está dispuesto a marcharse.
Posee una iniciativa única y actualmente es parte del programa piloto de inclusión productiva de Contigo, pero también cultiva su huerta familiar, y además se da tiempo para fabricar sus propios adobes y promover el uso del agua hervida entre la comunidad.
Los adobes son vitales para la construcción de su futura cocina y chimenea con las cuales podrá afrontar de mejor manera el frío invierno de la zona.
Esta alianza entre Contigo y Foncodes, también programa del Midis, cuenta con gran acogida en la comunidad. “Gracias a los que están trabajando en el proyecto voy a tener una cocina mejorada, mi biohuerto, mi alfalfa, voy a mejorar mi producción”, afirma satisfecho Pedro Juan de Damácio.