Algunos manifestantes mal orientados por algunos de sus dirigentes empezaron a atacar a periodistas locales que desde el primer día de la protesta acompañaron a los agricultores para coberturar las incidencias entorno a sus reclamos. Culpan de mal informar sobre sus demandas. “Por uno pagan todos”, argumentan.
La productores de papa de Pachitea, Huánuco y Ambo se declararon en paro indefinido, exigiendo al Gobierno Regional de Huánuco la asignación de 30 millones de soles para comprar sus productos, adquirir insumos agrícolas, apoyar a las ollas comunales y comunidades nativas, en el marco de la Ordenanza Regional n° 023 que declara en emergencia el sector agropecuario y la seguridad alimentaria de la región. Según el gobierno regional esta norma es para invertir en proyectos productivos, mas no para compra de alimentos.
En horas de la mañana de ayer, cuatro hombres de prensa: Judith Gonzales, Elianna Magino, Ciro Cornelio y Lenin Coz, quienes llegaron a la sede del Gobierno Regional de Huánuco para obtener información oficial sobre las demandas de los agricultores, fueron rodeados e impedidos de salir; atentando contra el libre tránsito, la libertad de trabajo y de información; incluso hubo tocamientos indebidos.
En horas de la tarde, en Rancho, otros periodistas, entre ellos el reportero gráfico Juan Carlos Tumez y dos integrantes de este medio escrito, fueron atacado por mujeres que portaban látigos y no entendían razón alguna, argumentando que los periodistas desinforman; pese a que al dirigente Hildebrando Aquino Eduardo, le explicaron la labor que cumplían.
En otro momento, el dirigente Edwin Miranda, hizo comprometer uno a uno a un grupo de periodistas para luego empadronarlos y señalar que solo ellos serían los «periodistas de confianza de los agricultores para cubrir sus protestas» lo que significa que del resto está en peligro su integridad.
Hoy, volvió a repetirse un suceso similar contra el periodista de televisión, Jesús Saenz.
Hechos que ponemos en conocimiento público de las autoridades para salvaguardar la integridad de los hombres de prensa que cumplen su labor de informar, sin necesidad de estar a favor o en contra de alguien. La intolerancia y violencia no se puede permitir.