El expresidente Martín Vizcarra fue trasladado nuevamente al penal de Barbadillo, ubicado en el distrito de Ate, Lima, tras una disposición del Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE). La medida fue anunciada por el ministro de Justicia, Juan José Santiváñez, quien argumentó que se tomó en consideración el “honor” de haber ejercido la presidencia de la República.
Vizcarra había sido recluido inicialmente en Barbadillo para cumplir cinco meses de prisión preventiva por presuntos actos de corrupción relacionados con su gestión como gobernador regional de Moquegua. Sin embargo, el 22 de agosto fue trasladado sorpresivamente al penal de Ancón II, lo que generó protestas de su defensa legal y del propio exmandatario.
El INPE emitió la Resolución Presidencial N.º 264-2025, que reglamenta el tratamiento penitenciario para expresidentes. Se consideró que, pese a que los delitos imputados ocurrieron antes de su mandato presidencial, su condición como exjefe de Estado amerita una reclusión diferenciada.
El traslado fue ejecutado en una furgoneta blanca bajo fuerte resguardo policial.
Vizcarra aceptó la medida junto a su abogado, Erwin Siccha, quien confirmó que el traslado se realizó con su consentimiento. El penal de Barbadillo alberga actualmente a otros exmandatarios como Pedro Castillo, Alejandro Toledo y Ollanta Humala







