
A sus 31 años, la ingeniera Yaela Beraun Bellido ha hecho historia al convertirse en la primera mujer en operar el reactor nuclear RP-10 en el Centro Nuclear “Racso”, donde se desarrollan y producen radioisótopos y radiofármacos utilizados en la salud, estudios ambientales, agricultura e industria.
Yaela, ingeniera mecánica y electricista, inició su camino en el Centro Nuclear “Racso” del Instituto Nacional de Energía Nuclear (IPEN) hace siete años como practicante. Formada en la Universidad Nacional Tecnológica de Lima Sur (UNTELS), alcanzó este logro tras años de dedicación y esfuerzo, convirtiéndose en la primera mujer en operar el RP-10, un reactor de investigación con una potencia de 10 megavatios.
En una entrevista con la Agencia Andina, Yaela detalló el riguroso proceso para obtener la licencia de operadora, alentando a más mujeres a ingresar al sector nuclear, donde el número de científicas e investigadoras sigue siendo reducido.
«Ha sido un camino largo obtener la licencia de operadora. Principalmente, tenemos que pasar dos evaluaciones: un examen teórico y otro práctico realizado por la Oficina Técnica de la Autoridad Nacional (OTAN)», explicó Beraun Bellido. La OTAN es responsable de aprobar autorizaciones, realizar inspecciones y emitir normas de seguridad radiológica y nuclear.
Para aprobar el examen teórico, Yaela completó varios cursos sobre física nuclear y reactores. Tras superar las pruebas teóricas, pasó un examen práctico que evaluaba su conocimiento sobre la instalación, planta, y operación del reactor. Gracias a su constante preparación, logró la licencia en junio de este año.
Desde una consola en la sala de control del RP-10, Yaela opera el reactor nuclear, cuyo objetivo es producir radioisótopos. Este reactor tipo piscina, con un núcleo de siliciuro de uranio, está sumergido en agua desmineralizada que actúa como moderador, blindaje, refrigerante y protección contra la radiación.
El centro nuclear produce radioisótopos utilizados principalmente en el tratamiento del cáncer y el diagnóstico de diversas enfermedades. La Planta de Producción de Radioisótopos del centro, certificada por buenas prácticas de manufactura desde 2018, fabrica radiofármacos como Pertecnetato de sodio Tc-99m, Dolosam (Sm-153), Ioduro de Sodio I-131 e Iridio 192, siendo el único fabricante de Ioduro de Sodio I-131 en el Perú.
«Durante la operación, controlamos y monitoreamos los parámetros nucleares y convencionales del reactor para asegurar que se mantengan dentro de los límites operacionales establecidos», señaló la ingeniera. Junto a sus colegas, también supervisa la instalación durante la operación y mantenimiento del reactor.
Yaela es la única mujer en el departamento de operación del reactor, con dos mujeres en mantenimiento y ninguna en seguridad. Espera que su historia inspire a más niñas y adolescentes a incursionar en las ciencias e ingeniería nuclear, alentándolas a trabajar en el IPEN.
En coordinación con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, el Centro Nuclear RACSO recibió en julio la visita de niñas y adolescentes de hogares de acogida e instituciones educativas emblemáticas, con el objetivo de inspirarlas a interesarse por la ciencia y tecnología nuclear, contribuyendo a su desarrollo personal y a la igualdad de género.
Según las estadísticas del IPEN, aproximadamente 40,000 pacientes son atendidos anualmente en los servicios de medicina nuclear del Perú para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades oncológicas.
El Centro Nuclear de Huarangal, inaugurado el 19 de diciembre de 1988, fue renombrado un año después como Centro Nuclear «Óscar Miró Quesada de la Guerra» (Racso), su nombre actual.