En la cuenca del río Napo, provincia loretana de Maynas, un equipo de estudiantes de Ingeniería Informática de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) está desarrollando un sistema de historias clínicas electrónicas (HCE) que busca transformar la atención médica en comunidades rurales. Este proyecto piloto, que se implementará en el Hospital II-1 Santa Clotilde, promete solucionar los problemas asociados al manejo de registros médicos en papel, como largos tiempos de espera, pérdida de información y atención ineficiente.
La propuesta destaca por su diseño innovador: un sistema que no depende de internet, una característica crucial en zonas remotas. El servidor local permitirá almacenar y gestionar datos de manera ágil, conectando computadoras y tablets del personal médico para optimizar la atención en áreas como Obstetricia y Crecimiento y Desarrollo del Niño. Esta tecnología no solo facilitará el acceso a información clínica en tiempo real, sino que también reducirá la carga administrativa de los trabajadores de salud, especialmente durante emergencias.
Álvaro Mendoza, estudiante de la PUCP e integrante del proyecto, resaltó la visión a largo plazo: “Nuestra plataforma busca empezar en Santa Clotilde y conectar gradualmente a las postas rurales de la cuenca del Napo. Esperamos que este modelo pueda replicarse a nivel regional y, eventualmente, en todo el país”.
El equipo también ha integrado estándares internacionales de informática médica, como HL7 y FHIR, para garantizar la interoperabilidad con otros sistemas de salud. Además, los estudiantes trabajan bajo estrictos protocolos de seguridad para proteger los datos personales de los pacientes, empleando una base de datos simulada durante las pruebas iniciales.
Este ambicioso proyecto, financiado parcialmente por un fondo de la PUCP, ha despertado interés por su potencial impacto en las casi 30,000 personas que viven en las 45 comunidades de la cuenca del Napo. Los estudiantes han hecho un llamado a instituciones públicas y privadas para sumarse como aliados estratégicos, con el objetivo de ampliar el alcance de esta innovadora solución tecnológica y seguir contribuyendo al fortalecimiento del sistema de salud peruano.
“Es emocionante ver cómo una idea nacida en las aulas puede convertirse en un motor de cambio para miles de vidas. Este proyecto no solo es un aporte técnico, sino también un legado para las futuras generaciones de ingenieros comprometidos con la transformación social”, concluyó Mendoza.