(I.E.E. La Inmaculada Concepción)
John Cuéllar
rvperu2012@gmail.com
EL REFLEJO DE LA OSCURIDAD
Seudónimo: Yen I Fer (1ero. secundaria)
El agente del FBI había visto lo peor de la humanidad. Pero nada lo había preparado para el caso del Espejo, un asesino en serie que dejaba una firma macabra en cada escena del crimen.
Una noche, después de semanas de insomnio, David recibió una llamada: otra víctima. El cuerpo yacía en un callejón oscuro, junto a un espejo roto. David se arrodilló, sintiendo la opresión en su pecho. ¿Qué significa todo esto?
La investigación lo llevó a un orfanato abandonado. En una habitación trasera, encontró al Espejo.
—¿Por qué, David? —preguntó el Espejo—. ¿Por qué estás tan aferrado a perseguirme?
David apretó la mandíbula:
—¿Por qué matas?
El Espejo se rio:
—Porque veo la verdad detrás de las máscaras, y tú también lo ves.
—¿Por qué los espejos? —preguntó David.
—Porque reflejan la verdad, la dualidad de la humanidad, la belleza y la fealdad, la vida y la muerte.
—¿Por qué me eliges a mí?
El espejo lo miró fijamente:
—Porque eres mi reflejo.
David sintió la tentación, la oscuridad acechando en su interior. ¿Podría detenerlo sin convertirse en él? Las manos de David temblaron, pero finalmente apuntó el arma contra el Espejo y… disparó. Luego vio su propio rostro en los ojos del joven muerto.
LA MUJER INVISIBLE
Seudónimo: Natsuky (1ero. secundaria)
Estoy en mi habitación, acostada, cuando de repente escucho que mi mamá me llama. Salgo de mi habitación, bajo las escaleras y veo a mi mamá preocupada. Me acerco a ella, le toco el hombro. Ella voltea, pero no me ve. Asustada, llama a mi hermano, que se acerca, y le pregunta si él le tocó el hombro. Mi hermano dice que no. Mamá se asusta y me busca desesperadamente, pero no me encuentra. Intento llamar su atención, pero nada. Asustada, mi mamá agarra su chaqueta y junto a mi hermano salen de la casa. Caminan por calles, preocupados; de repente, mi hermano ve a un hombre con un costal dirigiéndose al bosque. Mi hermano le dice a mamá que vio al hombre junto a mí. Lo siguen hasta lo profundo del bosque. Mi mamá ve sangre en el camino que termina al lado del saco del hombre. Mamá abre el saco y encuentra mi cuerpo muerto. Horrorizada, empieza a llorar junto a mi hermano. Mamá saca su celular y llama al 911. Es ahí donde me acuerdo lo que me pasó.
KSACURAS
Seudónimo: Cielo de Dos (2do. secundaria)
Luis y José son dos aventureros, con una audacia impresionante.
Un día, escuchan hablar de La isla Bonita. Deciden visitarla.
Viajan durante horas hasta llegar a la isla.
El capitán del barco los deja y se marcha.
Los dos chicos inician su exploración.
Al llegar la noche, Luis se duerme y José se queda vigilando. Hasta que escucha un ruido. Su compañero no está. En ese momento, lo golpean, dejándolo inconsciente.
Al despertar, se encuentra con muchas personas, cantando y bailando. A lo lejos, ve a su compañero, con los ojos llorosos. Un despiadado lo deja sin vida.
Luego de eso, lo llevan a otro lugar.
Al día siguiente, José se levanta bruscamente, pensando que todo es una pesadilla. Pero no, los residentes de la isla son los temibles Ksacuras, representados como los más salvajes de toda la historia. Lo sacan a la fuerza y están a punto de clavarle el cuchillo en el pecho. Pero su alarma lo hace despertarse de esa terrorífica pesadilla.
JOSÉ Y EL OGRO DEL BOSQUE SOMBRÍO
Seudónimo: Flower del Ángel (2do. secundaria)
En el tranquilo pueblo de San Pedro del Valle, vivía José.
Una mañana, escuchó a unos ancianos hablar de un antiguo sendero en el Bosque Sombrío. Según las historias, en ese lugar habitaba un ogro.
Equipado, se fue al bosque. Después de mucho caminar, vio una enorme roca con inscripciones misteriosas. Mientras se acercaba, escuchó un ruido pesado detrás de él. Giró lentamente y vio un ogro gigantesco:
—¿Quién se atreve a entrar a mi bosque? —gruñó el ogro.
José, asustado, respondió:
—Soy José. Solo quiero conocer los secretos del bosque.
Antes de que pudiera reaccionar, el ogro se lanzó hacia él. Al sentirse atrapado, recordó que su abuelo solía decir que los ogros podían ser engañados.
—¡Espera! —gritó José—. Si me comes, perderás la oportunidad de un festín más grande.
El ogro se detuvo:
—Un banquete, ¿dices?, ¿dónde?.
José inventó rápidamente:
—En la llanura, más allá del bosque, hay un campamento lleno de alimentos y vino.
El ogro terminó creyéndole.
Mientras caminaban a la llanura, José ideaba su plan: sabía que había un pozo profundo en las cercanías, cubierta con una frágil malla de hojas y ramas.
—Ahí está el festín —dijo, señalando el otro lado del pozo.
El ogro, ansioso por la comida, corrió hacia delante, el suelo cedió y el ogro cayó al pozo.
Después de eso, José siguió explorando, pero con más cautela.
BAJO UNA NOCHE ESTRELLADA
Seudónimo: Annalee (5to. secundaria)
Como de costumbre, salgo a caminar. Pero, antes de salir de casa, siento una sensación extraña. Decido no tomarle importancia.
Salgo y no puedo dejar de ver cielo lleno de luceros y una luna resplandeciente.
Camino admirando la noche, cuando mi celular suena. Es mi amiga preguntando si puedo salir con ella. Son las once y quince y le digo que no, que tengo otros planes. Cuelgo la llamada y veo un anciano.
Me acerco a preguntarle qué hace a estas horas, ya que es peligroso. Pero el anciano me mira con una cara extraña. Sin dudarlo, me alejo.
Volteo un rato y el anciano ya no está. Empiezo a atemorizarme y corro.
Más adelante veo un grupo de personas y me detengo. Veo la cara del mismo anciano. Me pregunto cómo llegó ahí.
Levanto mi cabeza para ver la luna y seguir mi camino; pero me doy cuenta que nunca avancé. Miro la hora y es once y quince de la noche. No puedo más con la situación y me desmayo.
Abro los ojos y observo que estoy en el hospital. Me pongo a pensar en lo sucedido y concluyo que, antes que el señor muriera, vi su alma. Pero aún no logro entender por qué la hora no transcurrió y porqué regresé al mismo lugar.
UN VIAJE A LA OSCURIDAD ETERNA
Seudónimo: Sinchi Killa (5to. secundaria)
Un día de verano, mientras exploro el desván polvoriento de la antigua casa de mi abuela, encuentro un pequeño libro sucio cubierto de telarañas y polvo. Su portada, gastada por el tiempo, muestra raros símbolos tallados en cuero ennegrecido.
Intrigada por su misterioso contenido, decido llevarlo a mi habitación y así examinarlo más de cerca. Esa misma noche, me sumerjo en las páginas amarillentas del libro. Con manos temblorosas, leo uno de los conjuros escritos, sin ser consciente de las fuerzas oscuras.
De repente, una sombra oscura aparece ante mí, emanando una energía maligna que hiela mi sangre. Intento retroceder, pero mis pies parecen enraizados al suelo. La sombra se abalanza sobre mí, envolviéndome en un torbellino de oscuridad y desesperación.
Despierto en un abismo sin fin, donde el tiempo y el espacio parecen diluirse en la nada. La voz de la sombra susurra en mi mente, prometiendo un sufrimiento eterno.