Cinco legisladores de diferentes bancadas sustentaron ayer, ante la Comisión de Constitución del Congreso, los proyectos de ley que proponen el retorno a la bicameralidad en el Parlamento.
La primera exposición estuvo a cargo de la presidenta del Congreso y legisladora de Acción Popular, María del Carmen Alva, quien presentó el proyecto de ley 2025/2021-CR, que propone restituir el Senado y la bicameralidad en el Poder Legislativo.
Alva, sostuvo que, a través de esta iniciativa de reforma constitucional, se busca mejorar la calidad de las leyes y reducir el número de autógrafas observadas. Asimismo, señaló que la bicameralidad le aportará al pueblo peruano un Parlamento con un diseño que consolide el desarrollo de la institucionalidad y una mejor representatividad.
La titular del Legislativo agregó que, al combinar el ámbito regional y nacional, se asegurará que dicho modelo represente a todos los peruanos. “El bicameralismo que proponemos tendrá funciones diferenciadas, con un adecuado mecanismo de control intraorgánico en sede parlamentaria, lo cual dará mayor ponderación. Proponemos 130 diputados y 30 senadores”, señaló.
Le siguió en la sustentación su colega de bancada, Wilson Soto Palacios, autor del proyecto de ley 1708/2021-CR, por el que se propone modificaciones a la Constitución Política a fin de incorporar la bicameralidad en el Congreso de la República.
A continuación, el parlamentario no agrupado José Elías Ávalos sustentó la iniciativa 2053/2021-CR, Ley de reforma constitucional que restablece la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados.
Le siguió el legislador Eduardo Salhuana, de la bancada Alianza Para el Progreso, que efectuó la sustentación del proyecto 1959/2021-CR, por el que se propone una ley de reforma constitucional que establece la bicameralidad.
Por último, el congresista Luis Ángel Aragón, del grupo parlamentario Acción Popular, expuso la iniciativa 2004/2021-CR, Ley de reforma constitucional para el retorno a la bicameralidad en el Parlamento.
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Todos los parlamentarios coincidieron en resaltar los beneficios para la labor parlamentaria de contar con un senado, al constituirse en cámara revisora o reflexiva al momento de aprobar las leyes.
