Ida Zúñiga Retis y Rosalvina Duran Ramos, agricultoras dedicadas al cultivo de café, plátano y maíz. Han vivido toda su vida en el poblado de Villa Rica, a 40 minutos en carro desde Naranjillo, en el distrito de Luyando, provincia de Leoncio Prado.
Ambas recuerdan los años en que vivían con sus padres en una pequeña casa de madera, donde una sola habitación servía de dormitorio, cocina y sala. Durante los meses de friaje, de junio a agosto, soportaban las noches frías, con el aire helado colándose entre las rendijas de las paredes, lo que las hacía temblar y, en ocasiones, enfermarse.
En medio de esas largas noches de frío, soñaban con tener una casa digna que las protegiera tanto del frío nocturno como del calor sofocante de la Amazonía durante el día. «Lo único que quería era un lugar seguro para mi familia», comenta Ida, recordando esos años. No imaginaron que ese sueño, algún día se haría realidad.
Todo cambió en el 2023, cuando llegó la noticia de que serían beneficiarias de la estrategia Wasiymi Rural del Programa Nacional de Vivienda Rural, iniciativa promovida por el gobernador Antonio Pulgar. Este programa, que les cambiaría la vida, se enfoca en la construcción de viviendas adecuadas y resistentes a las adversidades climáticas, con características térmicas y antisísmicas.
Wasiymi también llegó a la vida de Valeria Gonzales Ventura y Teodolindo Irribarren Mallqui, un matrimonio que vive en el caserío de Puente Piedra, padres de cuatro hijos. Para ellos, la noticia de que su vieja casa de madera sería reemplazada por una de material noble fue tan emocionante que en ocasiones no pueden dormir, abrumados por la emoción de tener pronto una vivienda segura y bonita.
«Pensé que era una broma», confiesa Valeria. Hoy, su nueva casa está casi lista; solo falta techar y realizar las instalaciones eléctricas, ventanas y puertas. «Mis hijos preguntan todos los días cuál será su cuarto. Están ansiosos», comenta.
Wasiymi, que significa «mi casita» en quechua, ha estado presente en Huánuco por 15 años. Sin embargo, lograron construir solo 300 viviendas. Desde el 2023, han acelerado el proceso, y ahora construyen 6,000 casas tanto en la sierra como en la selva.
