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En un trabajo de inteligencia, efectivos de la Policía Nacional hallaron un túnel de unos 230 metros de largo y 8 metros de profundidad cerca del penal Miguel Castro Castro, ubicado en el distrito de San Juan de Lurigancho en Lima.
El jefe de la Policía Nacional, César Cervantes, llegó hasta inmediaciones del centro de reclusión y dijo que la excavación subterránea sería para la fuga de personas vinculadas al crimen organizado, de acuerdo con las primeras hipótesis.
«Hemos encontrado preliminarmente indicios de una excavación, de un túnel. Mi presencia aquí como comandante general de la Policía es demostrarles que, con un trabajo basado en la inteligencia y de lecciones aprendidas (…), la Policía siempre se adelanta a los riesgos y a las amenazas», comentó a los periodistas.
Cervantes señaló que en este hallazgo han evidenciado «un trabajo de largo aliento» y que, de acuerdo con las primeras investigaciones, el conducto habría tenido como objetivo la huida de presos que se encuentran en el Castro Castro.
Según la policía, el plano del túnel fue elaborado por ingenieros y obreros mexicanos, ya que según creen las autoridades, son los más experimentados para realizar este ilegal trabajo. También, precisaron que estos tendrían en su poder planos donde confirmarían que el hoyo tenía como destino una zona con mayor acceso y sin tanta seguridad del penal.
Cuando fue consultado si el cartel de Sinaloa estaría detrás de esta excavación, el jefe policial evitó responder y señaló que la Policía cuenta con información privilegiada que en su momento darán a conocer.
Medios nacionales difundieron que fue construido para sacar del penal Miguel Castro Castro a una organización criminal con miembros de diversas nacionalidades que se dedicaba al tráfico de drogas. La banda, que estaba conformada por un serbio, un mexicano y un colombiano, pagó medio millón de dólares por la construcción.
Cervantes, saludó el trabajo de inteligencia de parte del personal de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la Policía Nacional, gracias a cuyo esfuerzo se hizo el descubrimiento.
De acuerdo con Panamericana Televisión, esta excavación subterránea se ejecutó desde una vivienda ubicada en la cuadra 8 de la avenida Santa Rosa; desde allí pretendían llegar hasta el penal. Por ese camino se iba a concretar la eventual fuga de sentenciados por tráfico ilícito de drogas.
El coronel Luis Flores, jefe de Inteligencia de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), precisó que la excavación permite avanzar de pie hasta 180 metros de distancia, otros 30 metros agachado y, finalmente, unos 20 más rampando.
