A tres meses de haber sido encarcelados en el penal de Potracancha para ser investigados por la presunta comisión del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio calificado en grado de tentativa en agravio de Dionisia Bravo Atavillos (46), padre e hijo regresaron a la escena del ataque en la zona conocida como Shayac Baja, distrito de Umari en la provincia de Pachitea.
En mérito a la disposición fiscal, Víctor Alejandro Atavillos Rivera (23) y Blas Saturnino Atavillos Sabino (58) fueron sacados del establecimiento penitenciario y a bordo de un vehículo del Inpe los trasladaron hasta la zona, donde el 30 de junio del presente año la pobladora fue atacada salvajemente por su primo y sobrino por problemas de tierras.
La diligencia de constatación fiscal fue desarrollada sin contratiempos y estuvo vigilada de cerca por policías de la comisaría de Panao y de la Unidad de Servicios Especiales (USE) Huánuco, quienes llegaron al lugar en mérito a una orden de operaciones.
CASO. La tarde del 30 de junio, Dionisia, quien dijo haber estado recogiendo leña fue atacada por su primo y sobrino quienes la golpearon y con la intención de acabar con su vida la atacaron con un machete. Producto del ataque la pobladora dijo haber perdido el conocimiento, por lo que sus agresores habrían arrastrado su cuerpo hasta el riachuelo, donde la dejaron abandonada.
Tras recobrar la conciencia caminó hasta su casa y contó a su familia de lo que había pasado, por lo que los moradores salieron en búsqueda de los agresores logrando arrestar a Blas Saturnino. Mientras tanto, la agraviada que presentaba cortes en diferentes partes del cuerpo fue atendida en el centro de salud de Umari, pero por la gravedad de sus lesiones la evacuaron al hospital Hermilio Valdizán.
Padre e hijo negaron haber intentado matar a su familiar, pero la agraviada en la diligencia narró la forma de cómo fue atacada por sus agresores.
