Impartiendo justicia a nombre de la Nación, los magistrados del Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Huánuco luego de valorar las pruebas presentadas en el juicio oral por unanimidad resolvieron condenar a cadena perpetua a Rosmel Toribio Poma (28) tras ser hallado culpable del delito de violación sexual en agravio de una menor de 10 años.
Y debido que el acusado está libre, los jueces ordenaron girar las órdenes de ubicación y captura para el trabajador de limpieza de la municipalidad de Ate Vitarte, en Lima sentenciado a la máxima pena.
Según la acusación fiscal, las agresiones sexuales en agravio de la menor habrían ocurrido los meses de agosto y setiembre del 2021 en el poblado de Quilcahuayin en la provincia de Yarowilca a donde el ahora sentenciado llegó procedente de Lima. Aprovechando que la menor que era su prima fue a buscar a su primita, Rosmel, la habría interceptado luego llevado a una casa abandonada, donde la habría ultrajado sexualmente.
La menor en Cámara Gesell narró la forma y circunstancias que fue abusada por su primo que para evitar que cuente a su mamá la habría amenazado con matarla, razón por el cual calló. La segunda violación ocurrió días después y la menor decidió no avisar por temor, sin embargo, habría contado a su amiguita que la recomendó decir a su mamá, pero no dijo nada hasta que Rosmel regresó a Lima junto a su conviviente. El certificado médico legal confirmó la agresión sexual a la niña que tras los hechos quedó con afectación psicológica.
DEFENSA. En el juicio oral, Toribio Poma, quien dijo ser padre de tres hijos y trabajador de residuos sólidos en la municipalidad de Ate negó haber violado a su prima. Dijo, que la acusación viene de un problema que sus padres tienen con los parientes de la menor y que los meses que supuestamente había cometido el delito de violación él estaba en Lima trabajando en obras de construcción civil, pero no sustentó con ninguna documentación.