Una niña de apenas siete años murió en el Hospital Regional Hermilio Valdizán a donde fue evacuado desde Tingo María al presentar dolores estomacales que los profesionales de salud inicialmente no pudieron identificar la causa, pero cuando el estado de salud era grave, la niña habría confesado que comió el artefacto pirotécnico conocido como ‘rascapiés’.
Pese que los especialistas del Ministerio de Salud recomiendan que los productos pirotécnicos no son juego de niños y, por ende, deben ser manipulados siempre por adultos para evitar que sufran accidentes que pueden conducir a la muerte como lo ocurrido con la pequeña natural del poblado de Supte. Asimismo, los “rascapiés» suelen ser ingeridos por los niños que los confunden con alguna golosina debido a su llamativa forma, tamaño, color y, sobre todo, por su “sabor dulce”; su ingesta causa vómitos y dolor abdominal intenso, entre otros daños irreversibles.
Los rascapiés contienen fósforo blanco que es un veneno altamente tóxico para las células del organismo, especialmente el hígado. De modo que si un niño o niña ingiere este producto puede sufrir una severa intoxicación que si no es controlado a tiempo podría ocurrir su deceso. Los restos de la menor serán sepultados hoy en el cementerio de Supte San Jorge, distrito de Rupa Rupa, en la provincia de Leoncio Prado.