Mediante documentos dirigidos al rector de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán, informan sobre el hurto de varios equipos de cómputo de las diferentes oficinas administrativas, programa de profesionalización y del vicerrector académico e investigación, conteniendo información importante. El caso que recién fue reportado a la Policía, vendría desde hace semanas atrás, en oficinas cerradas por la pandemia.
Un reciente caso ocurrió en la oficina administrativa del vicerrector académico que está a cargo del Dr. Ewer Portocarrero Merino, de donde el 10 de mayo reportaron el hurto de un CPU, el cual era utilizado por la auxiliar que estaba realizando trabajo presencial.
Según fuentes policiales, el 7 de mayo el CPU fue dejado en su lugar, pero el lunes al llegar a laborar la encargada no encontró el equipo en su lugar, por lo que comunicó a la oficina de asesoría legal para que pida la intervención de la unidad especializada de la Policía y pueda recoger huellas que habrían dejado los autores al momento de retirar el procesador de datos.
Pero el hurto del CPU no sería el único, en la sala de sesiones la encargada a través del técnico de informática, descubrió que faltaba la memoria RAM (Random Access Memory). También lograron llevarse la tarjeta de memoria.
PREOCUPACIÓN. El rector de la casa de estudios, Reynaldo Ostos, dijo estar sorprendido por los hurtos sistemáticos al interior de la Unheval, esto debido que desde el inicio de la pandemia en marzo del 2019 el ingreso al campus universitario es con autorización.
Pese al riguroso control que hay, algunos equipos que desaparecieron como por arte de magia. “Estoy interesado que este caso sea esclarecido, porque no es posible que hayan sustraído los equipos a pesar que hay seguridad”, declaro.
Asimismo, indicó que los de seguridad tienen la potestad de revisar hasta al mismo rector y a los estudiantes. “Aquí no puede perderse ni una sola hoja de papel”, recalcó al tiempo de informar que entre los equipos reportados como robados están: 2 CPU, teclados, mouse, monitores, laptop, entre otros accesorios y bienes.
Lo extraño de las sustracciones es que no usaron violencia para abrir las puertas de ingreso a los ambientes de donde desaparecieron los bienes, por lo que personal de la misma institución están como sospechosos.