En medio de dolor y lágrimas, ayer en la tarde en el cementerio Jardines de la Esperanza, fueron sepultados los restos de Elita Laveriano Calderón (62), pero antes de ser llevado a su última morada, los familiares participaron en una misa de cuerpo presente en la iglesia San Pedro.
Elita estuvo internada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Regional Hermilio Valdizán desde el 19 de enero, luego de ser atropellada por una camioneta sin control. Aquel día, la madre de familia salió de su casa ubicada en la cuadra 5 del jirón Huallayco con dirección a la vivienda de su suegra, pero cuando estaba en la cuadra cinco del jirón Independencia fue impactada.
El vehículo negro, marca Haval, modelo Nwe H2 de placa W4T-109 que era conducido por Juan Carlos Tarazona tras trepar la vereda por la velocidad que circulaba chocó contra la pared a la transeúnte. Con graves lesiones en el cuerpo fue auxiliada por el SAMU, cuyo personal lo trasladó al hospital regional, donde por la gravedad del caso fue sometida a varias intervenciones quirúrgicas y en los 35 días que estuvo conectada a un respirador artificial sufrió varios paros.
El 23 de febrero a las 4:00 de la mañana, Elita partió a la eternidad dejando a su familia sumida en el dolor. “En estos momentos no pueden hablar, respetemos el dolor, luego vamos a pronunciarnos de todo lo que pasó”, dijo un allegado a la familia Salazar Laveriano.
