En medio de dolor y lágrimas, el fin de semana, en el cementerio general de Santa Rosa de Alto Yanajanca, distrito del mismo nombre en la provincia de Marañón, fueron sepultados los restos de Liz Fiorela Collantes Llanos (19), quien murió estrangulada. Antes de ser trasladada hasta su última morada, el féretro conteniendo el cuerpo sin vida de la joven fue llevado a la Institución Educativa n° 33432 Gral. Antonio Ketin Vidal Herrera.
Sus ex compañeros de aula, mostrando la banderola con la foto de la agraviada pidieron justicia para Liz a quien recordaron como una buena amiga que no merecía morir de esa manera. Por su parte, el padre exigió cadena perpetua para el responsable del caso de feminicidio. “Hasta hoy 12 de setiembre, no existe una orden de captura para Yerico Tarazona Vásquez, autor del asesinato de mi hija”, declaró.
A su turno, el hermano pidió a la policía capturar al homicida de Liz Fiorella e hizo un llamado a los moradores y ronderos de La Morada, Madre Mía, Ramal de Apuzana y otras zonas ayudar para atrapar a Tarazona Vásquez
Liz Collantes desapareció la mañana del 7 de setiembre, esto luego de ser obligada por su ex pareja a subirse a la motocicleta que conducía. Tres días después, el cadáver de la joven fue ubicado en un terreno baldío ubicado en el caserío de Buenos Aires.






