Dos expolicías son sentenciados a 5 y 7 años de cárcel por pedir 100 soles de coima a un menor

A cuatro años y seis meses del hecho, el Cuarto Juzgado Unipersonal de Huánuco a cargo del juez Luis Pasquel Paredes sentenció a siete y cinco años de cárcel a dos suboficiales de la Policía, tras ser hallados culpables del delito de cohecho pasivo propio en el ejercicio de la función policial. Asimismo, ambos deberán pagar una reparación civil de seis mil soles a favor de la Policía Nacional del Perú, representado por el Ministerio del Interior.

La ejecución de la sentencia quedó suspendida hasta que la Sala Penal de Apelaciones con una nueva resolución resuelva el recurso de apelación presentado por la defensa técnica de Cergio Richard Tolentino Hilario y Fressya Francesca Aponte Juica, quienes fueron pasados a la situación de retiro en el 2018.

CASO. Según la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios, el 23 de febrero del 2017 ambos agentes que prestaban servicios en el Departamento de la Unidad de Emergencia compañía Los Halcones, en la intersección de La Alameda de la República y el jirón Huallayco intervinieron al entonces menor Daivids Ambrosio Cámara, quien conducía una motocicleta y como pasajero trasladaba a su amigo Cristian Isla Vigilio, ambos eran integrantes de un grupo de danzas y ese día iban a ensayar.

Argumentando que habían pasado la luz roja, la suboficial Aponte Juica, pide los documentos, pero instantes que el menor iba explicar las razones del porque no tenía la tarjeta de propiedad, SOAT y licencia de conducir, el suboficial Tolentino dice que, si no tenía, la multa era de 1500 soles. Aprovechando la preocupación y nerviosismo de ambos menores, el suboficial pregunta “como va ser para arreglar acá nomás” y es donde el menor dice que no tenía dinero y los documentos estaban en su casa.

Ante dicha respuesta, Tolentino Hilario, pidió ir a la comisaría para poner a disposición e inician su recorrido por el jirón Huallayco, bajan por Progreso, suben por Dos de Mayo, ingresan a Constitución para finalmente llegar a la comisaría de Huánuco. Cada uno de los agentes conducían una motocicleta policial y al llegar a la dependencia policial, en la puerta estaba de servicio la suboficial Rivera Berna, a quien Fressya Aponte le dice “trajimos un vehículo”.

Ya al interior de la comisaría, Cergio Tolentino, vuelve a decir al menor que le dé 100 soles para dejarlo ir, porque no podía tenerlo mucho en la comisaría y ante la respuesta que no tenía dinero, el policía dice que pida a su amigo, pero como tampoco tenía dice que llame a alguien de su familia para que pida plata, y es donde el intervenido va al baño a llamar por celular a su hermano, pero como no responde regresa al mismo lugar y dice que tenía dinero en su casa y podrían ir a sacar.

Tolentino informa a su colega Aponte que irían a su casa y es donde la policía pregunta donde estaba ubicada su domicilio y el menor que estaba en calidad de intervenido, dice frente al puente Calicanto, y para asegurar que no serían engañados, piden quedarse con la moto, mientras el intervenido vaya a su casa a sacar la plata.

Tras ponerse de acuerdo, las tres personas salen de la comisaría de Huánuco abordan sus motos bajan por todo progreso hasta llegar al Malecón, ingresan por el puente Señor de Burgos y al llegar al jirón Prolongación Mayro, esquina del local de los policías retirados estacionan sus vehículos. Instantes que el menor subía a su casa, Florinda Isla Vigilio al ver a su hermano acompañado de dos policías preguntó que, había pasado y Daivids, informa que los agentes que estaban en la moto habían pedido 100 soles, razón por la cual la señora saca su celular de su bolso para para llamar a su familia, hecho que alarmó a Tolentino y Aponte.

Para disimular su accionar delincuencial, la suboficial Aponte Juica dice: “joven no entiendes, sube a tu motocicleta y síguenos a la comisaría, si te resistes voy a llamar a una patrulla para que cargue tu moto”. Ante esta advertencia, el denunciante siguió su recorrido hasta la comisaría de Amarilis, donde fue puesto a disposición por no tener documentos.

Al día siguiente, el menor por recomendación de su familia acudió al Departamento Desconcentrado Contra la Corrupción de la Policía y denunció el caso. En las diligencias, la fiscalía y policía recopilaron imágenes de cámaras de seguridad de varios locales, donde ambos agentes fueron captados escoltando al menor y su amigo que estaban a bordo de una moto, y los investigados no supieron explicar porque primero fueron a la comisaría de Huánuco, luego Amarilis.

Algo más

En el juicio oral, el abogado de uno de los policías dijo, que el menor habría huido de la comisaría de Huánuco, pero fue alcanzado en Amarilis, sin embargo, no existe ningún parte al respecto.

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