El Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial por unanimidad sentenciaron a la máxima pena de cadena perpetua a los medios hermanos Ramiro Rolando Venancio Rojas (58) y Carlos Benancio Cabrera (57) tras ser hallados culpables del delito contra la libertad sexual en la modalidad de violación sexual en agravio de sus sobrinas menores de edad.
El fallo judicial fue leído mediante videoconferencia, donde los magistrados ordenaron el pago de cinco mil soles para las agraviadas que son hermanas.
CASO. Ramiro y Carlos son tíos maternos de las agraviadas a quienes en distintas fechas abusaron sexualmente en la casa de sus abuelos, ubicada en la avenida Esteban Pavletich 381 en Aparicio Pomares.
Una de las agraviadas que a la fecha tiene 16 años, contó en Cámara Gesell que su tío Ramiro la empezó a violar sexualmente cuando ella tenía 7 años en la casa de sus abuelos, donde vivía con su madre y otros familiares. Las agresiones sexuales fueron constantes hasta que la menor cumplió 9 años y cuando su tío fue detenido por la Policía, luego condenado a 35 años de cárcel por violar a su prima.
Tras la detención de su tío Ramiro, su otro tío Carlos también la ultrajaba en la misma casa, incluso cuando su mamá la dejaba encerrada con candado, el agresor sabía dónde escondía las llaves, ingresaba y violaba a su sobrina. Estos abusos ocurrieron hasta marzo del 2018.
En junio del mismo año, cuando la menor salió a comprar dejando a su hermanita de 6 años en su cuarto, al regresar encontró el celular de su tío Carlos y al preguntar que hacía, la niña en su inocencia contó que su tío le había jalado de los cabellos, tocado sus piernas, cuello, su parte íntima e incluso le había dado un beso. Ante esta realidad, la menor no pudo soportar y decidió contar a su madre la pesadilla que vivía en dicha casa, donde fue abusada desde que tenía 7 años.
La agraviada que a la fecha tiene 16 años, fue violentada sexualmente por sus tíos. Primero fue Ramiro, quien abusó de su sobrina hasta el 2011 y luego su tío Carlos hasta marzo del 2028.
ALGO +
En el juicio oral, Ramiro Rolando, quien cumple una sentencia de 35 años por el mismo delito, guardó silencio, mientras que Carlos, negó la sindicación argumentando a una venganza por parte de si hermana con la finalidad de quedarse con la casa de sus padres.
