Carlos Alberto Agüero Alvarado (30) murió a causa de un traumatismo encéfalo craneano grave con exposición de masa encéfalo al ser expulsado durante la volcadura del automóvil celeste metálico que terminó en el río Ñauza. El accidente de tránsito que enluta a una nueva familia ocurrió el 28 de enero a las 11:00 de la noche en el kilómetro 7 de la carretera Unguymarán al poblado de San Antonio de Ñauza, altura del sector conocido como Lluyllo.
Según diligencias preliminares, Agüero Alvarado, quien era integrante de la Asociación de Transportistas San Antonio de Ñauza, luego de cumplir su jornada laboral habría estado bebiendo cerveza con sus amigos en una tienda del referido poblado para luego pasada de las 10:00 de la noche decidió emprender su viaje de regreso a su casa ubicada en Cayhuayna, pero en el trayecto por la excesiva velocidad en la que habría estado circulando terminó despistándose cayendo a un abismo de 187 metros.
El vehículo marca Toyota, modelo Corona de placa W3C-364 que según Sunarp está nombre de la víctima dio varias vueltas para luego terminar en el río, totalmente destrozado.
DILIGENCIA. Alertados por los moradores llegaron al lugar policías del Puesto de Auxilio Rápido (PAR) de Conchamarca, distrito del mismo nombre, provincia de Ambo, quienes tras constatar el hecho comunicaron a la fiscalía de turno y a la Unidad de Prevención e Investigación de Accidente de Tránsito (Upiat) Huánuco para realizar la diligencia de levantamiento del cadáver.
Por lo agreste y peligroso del lugar, los restos de Carlos Alberto Agüero fueron puestos en una camilla construida a base de palos de eucalipto para luego ser sacado por pobladores que llegaron al lugar en apoyo a los deudos. Por casi un kilómetro el cuerpo sin vida del transportista fue cargado para ser sacado a la carretera, donde lo esperaba el vehículo de la funeraria con el cual fue trasladado a la morgue de Ambo, donde fue sometido a necropsia de ley.
Ya en horas de la tarde, el féretro conteniendo el cadáver del transportista fue sacado para luego ser trasladado a su casa ubicada en Uncuymarán, donde era velado por sus familiares, amigos y compañeros de trabajo.
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La caída del automóvil al abismo ocurrió cerca de las 11:00 de la noche del 28 de enero, pero recién ayer a la 1:00 de la madrugada ubicaron a unos 50 metros de la carretera el cuerpo sin vida del transportista.
