Mientras la fiscalía, médico legista, policías de criminalística participaban en la necropsia de los cadáveres de los ciudadanos colombianos William Villegas Gallo y Leandro Ramírez Cifuentes, agentes del Área de Homicidios del Departamento de Investigación Criminal junto a personal de la División de Inteligencia Regional visualizaban imágenes de las cámaras de seguridad que lograron ubicar a lo largo de la carretera Central hasta llegar a la altura de la Institución Educativa Inicial “Mi Pequeño Mundo” en Yanag.
Detrás del local educativo, el mismo día del hecho criminal, los policías ubicaron la motocicleta blanca, marca Yamaha, modelo XTZ125 el cual fue usada por los venezolanos para huir de la escena del ataque. Una de las cámaras captó a los criminales huyendo por la carretera Central, altura de Huancachupa.
Ambos usaban cascos cerrados, el primero es blanco y el segundo negro. El que conducía la moto vestía polera azul, pantalón jean azul, mientras el que iba como copiloto vestía pantalón jean negro y polera blanca.
Luego de prenderle fuego a la moto usando combustible, los malhechores subieron a la camioneta gris con lunas polarizadas para huir con rumbo desconocido. Los autores del doble asesinato que ha conmocionado a la ciudadanía huanuqueña serían integrantes de la organización criminal ‘Los Gallegos’, dedicados a la extorsión.
Ricardo Andrés, quien llegó a la escena del doble homicidio para reconocer a sus amigos, narró a la policía que William y Leandro, quienes eran prestamistas de dinero a pequeños comerciantes estaban siendo extorsionados por la facción “Los Gallegos” para pagar cupos, pero al negarse es que fueron asesinados en Cayhuayna.
Los cuerpos de los dos extranjeros tenían siete heridas de bala de los cuales uno fue directo en la cabeza.
AMIGOS. Enterados de la muerte de Leandro y William, sus cociudadanos que viven en distintas partes del país organizaron una colecta para que los cuerpos de sus compatriotas sean repatriados a Colombia. Informaron que Leandro, quien antes de viajar al Perú buscando mejores oportunidades radicaba en la República de Marquetalia, mientras William, cuya familia es de condición humilde vive en Pereira.
A través de las redes sociales hicieron un llamado para que puedan colaborar con ambas familias, teniendo en cuenta que necesitaban 15 millones de pesos para que los féretros lleguen a sus ciudades y sus parientes puedan despedirse.
“Cómo me piden que no llore, que sea fuerte y que acepte, cuando me quitaron la mitad de la vida. Él era mi monito, fue mi primer sobrino, mi primer amor, no crecí compartiendo con mis hermanas, las edades no me lo permitieron, pero si crecí con él y mi hermanito, ellos si eran mis compañeros, y mis amigos…”, escribió en su red social su tía Erika Cifuentes.
ALGO +
Hasta anoche, los cuerpos de ambas personas permanecían en la morgue de Huánuco. Allegados a los amigos informaron que los féretros serán trasladados a Lima.
