
Los esposos Salazar Rivera esperaban con mucha ilusión el nacimiento de su tercer hijo, por eso desde el primer momento que supieron del embarazo, no dudaron y acudieron al centro de salud de Potracancha. Aparentemente todo iba bien hasta el 27 de noviembre que, era el día de su control y pidieron a la señora Edith Rivera Santamaría (40) que saque una ecografía para ver cómo estaba el feto y al no haber ninguna observación, recomendaron irse a su casa y si tenía algún dolor regrese por emergencia obstétrica.
A las 6:00 de la tarde del 28 de noviembre, Edith empezó a tener dolores, por lo que regresó por emergencia y fue puesta en el área de dilatación para inducirla al parto, pero el médico que habría estado de turno y la obstetra no habrían advertido que la gestante en el parto anterior había sufrido preeclampsia que es una complicación del embarazo caracterizada por presión arterial alta y signos de daños en otro sistema de órganos, más frecuentemente en el hígado y riñones.
Aparentemente todo estaba bien, pero pasada de las 10:00 de la noche Edith habría sentido un fuerte dolor a la altura del pecho, por lo que Carlos Alberto Salazar Céspedes comunicó al médico de turno sobre lo que pasaba a Edith. “Me acerqué y le dije que mi esposa estaba sintiendo dolores que no era normal de un parto, pero el médico Wilder Cruz Valdivia y la obstetra de nombre Jovita me dijeron que todo estaba bien y los dolores eran propios del parto. Creí en ellos hasta que una hora después, el médico me llama para informarme que mi bebito había chupado mucho líquido y no reaccionaba, en ese momento me desesperé”, narró a Tu diario Wilder.
Dijo, que ingresó a la sala de partos y su esposa estaba inconsciente en la cama. “Luego de unos minutos la llevaron a la sala de recuperación, donde logró recuperar la conciencia por unos minutos, aprovechando salí por unos minutos para tomar un café que mi hermana me había traído y al volver, ella había perdido la conciencia nuevamente y es donde empiezo a gritar y pedir que hagan algo por ella cuya vida estaba en peligro, pero no me hicieron caso incluso llamaron al personal de seguridad para sacarme”, dijo.
Después de tanto gritar y pedir que trasladen a otro establecimiento de salud a las 8:00 de la mañana del 29 de noviembre, la parturienta fue evacuada al Carlos Showing Ferrari a donde ingresó por el servicio de emergencia para ser estabilizada. “No puedo quejarme del personal del Carlos Showing ahí lograron reanimar a mi esposa que al reconocerme me dijo cuida a los bebes, estaba llorando, le dije que esté tranquila y todo iba salir bien”, contó entre lágrimas el padre de familia asegurando que su esposa está grave y intubada en el hospital Hermilio Valdizán por una aparente negligencia médica.
MUERTE. Según el certificado de defunción firmado por el médico Wilder Cruz Valdivia del centro de salud de Potracancha, la causa de muerte del bebé es asfixia perinatal por circular doble de cordón umbilical ajustado, pero para evadir su responsabilidad en el punto 3.9 indica que él ‘no atendió la expulsión’.
Ante esta realidad, la familia de Edith, quien está luchando por su vida en una cama de la Unidad de Cuidados Intensivos del nosocomio regional, pide al fiscal Nieser Berrios Cecilio de la Quinta Fiscalía Penal Corporativa de Huánuco, investigar al médico, obstetra y personal técnico que la noche del 28 de noviembre estaban de servicio en el centro de salud de Potracancha, donde su esposa fue inducida al parto, pese que su embarazo era de alto riesgo.
“Mi hijo murió por una negligencia médica y los del centro de salud no comunicaron a la fiscalía de turno, tuve que hacerlo yo, porque no quiero que otros padres pasen por lo mismo y que la justicia sancione de manera ejemplar a los responsables de haber dejado a mi esposa en estado de coma y causado la muerte de mi bebé”, declaró.
Algo más
Por orden del fiscal Neiser Berrios, el cuerpecito del recién nacido fue trasladado a la morgue para ser sometido a necropsia y determinar la causa de muerte.