
Clemente Mendoza Osorio (45) fue sentenciado a la máxima pena de cadena perpetua tras ser hallado culpable de agredir sexualmente a su hija de 12 años. En la resolución n° 7 emitida el 8 de febrero del presente año, los magistrados del Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Huánuco ordenaron el pago de cinco mil soles por concepto de reparación civil a favor de la agraviada que en la actualidad es mayor de edad.
Según la acusación realizada por la fiscalía, Mendoza Osorio, quien trabaja como peón sostuvo una relación de convivientes con la mamá de la agraviada, pero al nacer la menor fue abandonada junto a su madre razón por el cual desde pequeña vivía con su abuelita en su casa ubicada en el sector de Purá, poblado de Patay Rondos, distrito de Marías, provincia de Dos de Mayo.
En el 2010, cuando la menor tenía 12 años apareció su papá con la finalidad de estrechar lazos paternales, pero la niña lo rechazó, porque ella creía que su papá era el abuelo que hace poco había fallecido. Debido que su familia le obligaba a tratar a su papá, la menor decidió irse a vivir a la casa de un familiar y es donde su papá la llama por teléfono para decir que la compraría ropa y por eso debía viajar a Huánuco. Sin imaginar la mala intención, la niña llegó a Huánuco a las 5:30 de la tarde y cuando quería ir a quedarse a la casa de su tía en Puelles, su padre dijo que había alquilado una habitación en el hotel “Paisanito”.
La habitación que tenía una sola cama fue ocupada por la menor, pero el papá también decidió echarse a su lado y según pasaban los minutos empezó a manosear a su hija y ante el rechazo, la violó a las malas. Pese al llanto desconsolado de la agraviada, el padre dijo que si avisaba a su mamá o hermano los mataría. Desde el 2013 que ocurrió la primera agresión sexual hasta el 2016, Clemente Mendoza, buscó de todas las formas para estar a solas con su hija, pero no pudo hasta que tuvo que enviar un mensaje de texto, diciendo que “estaba bonita y quería que fuera su mujer”.
Al no poder callar más tiempo, la agraviada contó a su madrina lo que vivió con su propio padre y juntos acudieron a la fiscalía para denunciar el caso. En el juicio oral, Mendoza Osorio, dijo que jamás había acudido al hotel ‘Paisanito’, ubicado en la cuadra dos de Aguilar, donde ocurrió la violación, pero cuando la policía fue a revisar el cuaderno de registro de huéspedes, estaba el nombre de Clemente y su número de DNI.
Algo más
La ejecución de la sentencia fue suspendida hasta que la Sala Penal resuelva la apelación presentada por la defensa técnica de Clemente Mendoza Osorio.