
Juvencio Santillán Rivera (66) fue sentenciado a pasar 20 años de su vida en el penal de Potracancha, tras ser hallado culpable del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio calificado con alevosía en agravio de Teófila Fabián Rojas (72). En la sentencia 142, los magistrados del Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Huánuco ordenaron el pago de 40 mil soles por concepto de reparación civil a favor de los herederos legales de la septuagenaria.
De confirmarse la sentencia emitida en primera instancia, Juvencio saldrá de prisión el 6 de marzo del 2041, debido que está recluido en el recinto penitenciario desde el 7 de marzo del 2021.
CASO. Según la acusación de la fiscalía, el 24 de febrero del 2021 Teófila Fabián salió de su casa ubicada en el caserío La Oroya, distrito de Molino, provincia de Pachitea, diciendo que iría a Aucayacu para comprar su mercadería. Segundos antes de salir, la comerciante sostuvo dos comunicaciones con Juvencio con quien acordó encontrarse en Molino para luego dirigirse a su vivienda ubicada en el caserío de Ushumayo, distrito de Umari, donde aprovechando que estaba desprevenida la tacó con un tronco de unos 60 centímetros.
Con la finalidad de ocultar el delito, el homicida colocó el cadáver en un costal y enterró a unos 50 metros donde vivía. Luego pretendió hacer su vida con normalidad, pero al manipular el equipo móvil de la agraviada captó varias fotos suyas y una de ellas publicó en la página de Facebook de Teófila Fabián. Su familia que estaba preocupada por la misteriosa desaparición de la comerciante, acudió a la comisaría de Panao para denunciar el caso.
El 6 de marzo Robert Evaristo Fabián acudió a la dependencia policial para pedir apoyo para ir a la casa de Juvencio Santillán y buscar evidencias porque sospechaban que estaría involucrado en la desaparición de su madre y al ingresar al inmueble encontraron en la cabecera debajo del colchón el celular negro marca Motorola de la agraviada y al ser consultado que hacía el equipo móvil en su casa, dijo que era de su hijo para luego decir que lo había encontrado debajo de una banca en la plaza de Molino.
Al día siguiente, por orden judicial peritos de criminalística y el fiscal ingresaron al inmueble para revisar cada uno de los ambientes y en el segundo piso encontraron manchas rojizas en un par de zapatos, una casaca, el colchón, una colcha, frazadas, pedazo de papel, pared posterior, puerta de madera, escalera y en un tronco de madera. La pericia biológica y muestras de ADN determinaron que las manchas rojizas eran sangre humana y pertenecían a Teófila.
El 11 de marzo, familiares y vecinos encontraron enterrado el cuerpo de la comerciante. El resultado de la necropsia reveló que la comerciante murió a causa de un traumatismo encéfalo craneano grave provocado por un agente duro que la policía y fiscalía determinó que era un tronco encontrado en la escena del crimen.
ALGO +
El detenido negó conocer a la agraviada, pero el levantamiento del secreto de las comunicaciones determinó que mantuvo comunicación en siete oportunidades el 20, 22 y 24 de febrero del 2021.