Ayer en la tarde (7 de noviembre), el juez Rolando Bustillos Cuba del Juzgado de Investigación Preparatoria de Ambo, sentenció a 12 años de cárcel a Edi Judith Carbajal Aguirre (21) tras acogerse al proceso de terminación anticipada y aceptar haber matado a su hijo de apenas un año y siete meses de nacido. Previo a la lectura de la sentencia, la fiscalía y la defensa técnica de la detenida llegaron a un acuerdo con relación a la pena y la reparación civil.
Carbajal Aguirre quien está recluida en el penal de Potracancha desde el 8 de marzo del 2022 saldrá de prisión el 7 de marzo del 2032 siempre en cuando no existe otro mandato de detención en su contra. El juez, la fiscalía y los abogados tomaron en cuenta la responsabilidad restringida, la confesión sincera y los antecedentes de violencia familiar que vivió la detenida antes de cometer el delito de parricidio, factores que fueron tomados en cuenta para la reducción de la pena.
HECHOS. El caso de parricidio investigado por el fiscal Marco Antonio Acuña Urquizo, ocurrió el 24 de febrero a las 10:30 de la mañana cuando Judith por vengarse de su ex pareja José Armando Espinoza Martel mezclo yogurt con veneno para ratas y dio de beber a su hijo. Al presentarse los primeros estragos del envenenamiento, la desalmada mujer llamó a su expareja diciendo que su hijo estaba botando espuma por la boca por lo que lo llevaría al centro de salud de Ambo a donde desafortunadamente llegó sin vida.
La fiscal Fiorela Reyes Bravo, quien estaba de turno sin acudir al centro de salud y verificar si el menor murió por causa natural o por manos ajenas, dispuso a la policía entregar los restos a la madre. Días después del sepelio, el padre acudió a la comisaría para preguntar si había alguna novedad con relación a la causa de muerte de su hijo y es ahí donde empiezan a descubrir el caso de parricidio.
Antes que el cuerpecito de Liam Jhosep sea exhumado, su madre no pudo más y entre lágrimas confesó haber causado la muerte de su propio hijo, hecho que causó conmoción en la ciudadanía.
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El médico Aldo Lambruschine Acosta que firmó el certificado defunción y la fiscal Fiorela Reyes que no advirtió el caso de parricidio aún siguen siendo investigados.
