Durante la ceremonia por el Día del Veterano de Guerra y de la Pacificación Nacional, el presidente del Consejo de Ministros, Ernesto Álvarez, reafirmó que el Gobierno de Transición y Reconciliación Nacional tiene como misión restablecer el principio de autoridad, recuperar la confianza ciudadana en las instituciones y abrir un nuevo horizonte de reconciliación nacional.
El evento, encabezado por el presidente de la República, José Jerí, contó con la participación de los ministros de Defensa, César Díaz, e Interior, Vicente Tiburcio; del jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, David Ojeda; de los comandantes generales del Ejército, la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea del Perú, así como del congresista José Cueto.
Álvarez subrayó que la historia ha asignado al actual gobierno el deber de sanar las heridas del desencuentro y garantizar que la democracia vuelva a ser el espacio donde el pueblo elige libremente su destino. “Restablecer la autoridad significa recuperar el respeto al Estado y al orden, demostrar que el poder público puede y debe servir con transparencia, firmeza y justicia”, afirmó.
El titular de la PCM también destacó que garantizar elecciones libres y transparentes no solo es un compromiso político, sino una obligación moral con quienes dieron su vida en defensa de la democracia. “El cambio verdadero no se impone desde el poder, sino que se construye con la participación, la confianza y la unidad de todos los peruanos”, señaló.
Durante su discurso, Álvarez precisó que esta conmemoración no representa una celebración de la guerra, sino un homenaje a la dignidad de quienes defendieron la paz y enfrentaron la adversidad con valentía. Advirtió, además, que el Perú ya no enfrenta a ejércitos extranjeros, sino a enemigos internos como la delincuencia, el crimen organizado, la corrupción, la indiferencia y el miedo. “Son enemigos que no portan uniformes, pero que amenazan con desangrar al país desde dentro”, sostuvo.
Finalmente, rindió homenaje a los héroes de las campañas militares de 1941, del Alto Cenepa de 1978, de la Cordillera del Cóndor en 1981 y del Cenepa en 1995. También expresó su gratitud a los militares y policías que enfrentaron el terror durante los años de violencia interna. “En los años oscuros, cuando el miedo pretendía arrodillar a la república, ellos se mantuvieron en pie. A cada uno de esos patriotas, hoy el Perú les dice muchas gracias”, concluyó.
