El papa León XIV ha generado interés mundial desde su elección como el 267.º pontífice de la Iglesia Católica, no solo por ser el primer papa estadounidense, sino también por sus profundas raíces en Perú. Su historia con este país sudamericano va más allá de una conexión simbólica: se trata de una relación construida a lo largo de cuatro décadas de servicio pastoral, formación religiosa y compromiso social.
El nuevo papa es el agustino estadounidense Robert Francis Prevost, a quien, su vocación misionera lo trajo a Perú, donde desde 1985, cuando tenía 30 años de edad, se desempeñó como canciller, formador y vicario judicial en diversas diócesis. Desarrolló su labor en Chulucanas, Trujillo y Chiclayo. En 2014, el papa Francisco lo nombró Obispo de Chiclayo y, en 2023, fue designado Prefecto del Dicasterio para los Obispos.
Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Estados Unidos, en el seno de una familia multicultural: su padre tenía ascendencia francesa e italiana, mientras que su madre, Mildred Martínez, era de origen español. Aunque su país de nacimiento es Estados Unidos, en 2015 obtuvo la nacionalidad peruana, reconocimiento a su extensa labor pastoral en el país, especialmente en Chiclayo, donde ejerció como obispo.
Desde joven, ingresó a la Orden de San Agustín y estudió Matemáticas y Filosofía en la Universidad de Villanova. Posteriormente, profundizó en Teología y Derecho Canónic. Sus estudios incluyen una licenciatura en Matemáticas (Villanova), una maestría en Divinidad (Catholic Theological Union) y un doctorado “magna cum laude” en Derecho Canónico (Angelicum), con una tesis sobre la autoridad del prior local.
Su trayectoria incluye roles de liderazgo dentro de la Iglesia, como presidente de la Pontificia Comisión para América Latina y miembro de siete dicasterios, además de la Comisión para el Gobierno del Estado Vaticano.
PRIMER MENSAJE. El papa León XIV dejó clara la importancia de su experiencia en Perú en su primer mensaje como pontífice. «Un saludo a todos aquellos, en modo particular, a mi querida Diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo», expresó este jueves en español, dirigiéndose a la multitud reunida en la Plaza San Pedro del Vaticano.
Es que su liderazgo en Perú le permitió comprender las dinámicas eclesiales de América Latina, donde la Iglesia enfrenta desafíos como la secularización, la crisis vocacional y la necesidad de reformas pastorales. León XIV ha destacado la importancia de una Iglesia cercana a las comunidades, con un fuerte énfasis en la justicia social y el servicio a los más necesitados.
Su pontificado podría representar un fortalecimiento del papel de América Latina dentro de la Iglesia global. Su experiencia en Perú le ha brindado un conocimiento profundo de los problemas que afectan a la región. Expertos en teología consideran que su trayectoria misionera será clave en la orientación de su liderazgo, especialmente en temas como el papel de la Iglesia en sociedades en desarrollo y la promoción de un enfoque inclusivo y pastoral.
