El pleno del Congreso de la República aprobó este jueves los reglamentos que regirán el funcionamiento de la Cámara de Diputados, el Senado y el Parlamento bicameral, cuya implementación está prevista para el año 2026. Las normas fueron votadas por separado y recibieron el respaldo mayoritario de los legisladores.
El reglamento general del Congreso obtuvo 78 votos a favor, mientras que los reglamentos específicos de la Cámara de Diputados y del Senado alcanzaron 76 y 74 votos, respectivamente. Por tratarse de resoluciones legislativas de carácter orgánico, no requieren de una segunda votación, según informó el presidente del Congreso, Fernando Rospigliosi.
La sustentación de los tres proyectos estuvo a cargo del presidente de la Comisión de Constitución, Arturo Alegría (Fuerza Popular), quien detalló los principales cambios que se aplicarán en el nuevo modelo parlamentario.
Uno de los aspectos más relevantes es la eliminación de la virtualidad en las sesiones, lo que implica que todas las actividades legislativas se realizarán de manera presencial. Además, se definió la estructura de la mesa directiva del Congreso bicameral: durante el primer año, será presidida por el titular del Senado y tendrá como vicepresidente al presidente de la Cámara de Diputados. Este orden se invertirá en el segundo año, y lo mismo ocurrirá con las segundas y terceras vicepresidencias.
En cuanto a la organización interna, la Cámara de Diputados contará con 16 comisiones ordinarias legislativas y tres comisiones no legislativas (de investigación y especiales). Por su parte, el Senado tendrá siete comisiones ordinarias y tres no legislativas. Ambas cámaras compartirán una única administración, con el objetivo de optimizar recursos y mantener el presupuesto del Congreso en su actual proporción del 0.6 % del Presupuesto General de la República.
Respecto a la conformación de grupos parlamentarios, Alegría anunció que no se permitirá la creación de nuevas bancadas durante el periodo legislativo. Los congresistas que renuncien o sean expulsados de sus agrupaciones políticas solo podrán integrarse a un grupo mixto o, por única vez, a otra bancada. Además, no podrán presidir mesas directivas ni ocupar cargos de liderazgo durante el primer año.
Otros cambios incluyen la eliminación de las leyes declarativas, que ahora se tramitarán como mociones de orden del día, y la supresión del límite de tiempo en los debates parlamentarios, lo que permitirá una mayor libertad de expresión en las intervenciones legislativas.
Con estas reformas, el Congreso busca establecer un marco normativo sólido para el funcionamiento del nuevo Parlamento bicameral, que entrará en vigencia en 2026 y promete una reorganización institucional orientada a mejorar la eficiencia legislativa y la representatividad política.






