La Comisión Permanente del Congreso aprobó una modificación en el régimen de pago del Impuesto a la Renta aplicable a los propietarios de inmuebles alquilados. A partir de enero de 2026, los dueños de viviendas, locales comerciales y otros bienes arrendados deberán tributar únicamente por el dinero efectivamente cobrado y no por lo devengado en el contrato.
La iniciativa busca establecer mayor equidad en el sistema tributario, evitando que los contribuyentes tengan que pagar impuestos por ingresos que en la práctica nunca llegaron a percibir, como ocurre en casos de incumplimiento de pago por parte de los inquilinos.
Hasta ahora, la normativa obligaba a los propietarios a declarar y pagar el impuesto sobre el monto pactado en el contrato de alquiler, incluso si el arrendatario no cumplía con el pago. Esta situación generaba reclamos frecuentes y era considerada injusta por diversos sectores.
Con la nueva disposición, se reconoce únicamente el ingreso real recibido, lo que permitirá aliviar la carga tributaria de miles de propietarios y dar mayor transparencia al sistema.
La medida entrará en vigencia desde el 1 de enero de 2026, y la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) deberá emitir las disposiciones complementarias para su aplicación práctica.
Este cambio representa un ajuste importante en la política fiscal vinculada al mercado inmobiliario y se espera que tenga un impacto positivo en la formalización de contratos de alquiler.
