
Un informe del Banco Mundial advierte que Perú podría convertirse en un país de ingresos altos en dos décadas si implementa reformas estructurales que impulsen la productividad y fortalezcan su capacidad institucional. De lo contrario, el proceso tomaría más de 60 años.
Según el estudio titulado «Perú: Aprovechando oportunidades para el crecimiento y la prosperidad», el país enfrenta importantes desafíos económicos debido a regulaciones ineficientes que han limitado el desarrollo de las empresas formales. Desde 1991, la productividad ha crecido a un ritmo considerablemente menor en comparación con el capital y la fuerza laboral, lo que ha frenado el progreso económico.
El informe también señala que el 90% de las empresas informales no cuenta con el nivel de productividad necesario para formalizarse. Además, revela que en Perú, a diferencia de otras economías, las compañías formales no logran un crecimiento sostenido con el tiempo: una empresa con dos décadas de operación es solo un 3% más productiva que una con cinco años en el mercado.
Issam Abousleiman, director del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú, destacó que es momento de retomar una visión ambiciosa para el país. «Con reformas audaces y un enfoque en sostenibilidad e inclusión, Perú puede generar nuevas oportunidades y garantizar un futuro próspero para su población», afirmó.
Uno de los principales retos señalados en el estudio es la desigualdad regional. A pesar de los avances económicos, existen marcadas diferencias en los ingresos entre las distintas zonas del país. Mientras que el ingreso per cápita en Lima duplica al de regiones como Huancavelica, Cusco y Puno, mejorar la provisión de servicios públicos en las regiones podría fortalecer el capital humano y fomentar el desarrollo empresarial.
Por su parte, Oscar Calvo-González, director de Prosperidad para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, subrayó la importancia de la transición energética como una oportunidad clave para el Perú. «Si el país logra atraer inversiones a gran escala y garantizar la sostenibilidad ambiental en sectores estratégicos como el cobre y la agricultura, podría alcanzar el estatus de nación de ingresos altos para 2042», indicó.