Como viene informando Tu diario desde hace varias semanas, la expansión de la minería en la provincia de Leoncio Prado, está generando impactos negativos en las actividades agrícolas y acuícolas de los distritos de Santo Domingo de Anda y Pueblo Nuevo. Agricultores de cacao, café, plátano y arroz, así como piscicultores, expresan su preocupación por la contaminación de aguas y suelos, lo que amenaza la producción de cultivos y la salud de los animales.
En Santo Domingo de Anda, la empresa Huallaga SAC, autorizada para la extracción de oro, opera en la cabecera del río Libertad, en el caserío El Árabe. Estas actividades han generado cuestionamientos por destrucción de bosques, el desvío de cauces de ríos y quebradas, así como una amenaza directa a sus medios de subsistencia.
En este distrito, los agricultores y piscicultores, quienes dependen de la agricultura sostenible y la cría de peces para su subsistencia, han observado cómo la minería avanza sobre sus terrenos, alterando los ecosistemas locales. Elena Encarnación, una agricultora de la zona, expresó su indignación: «Nosotros vivimos de nuestros productos agrarios, no del oro, los mineros no toman en cuenta nuestras certificaciones de café, cacao y plátano, ni el daño que causan al desviar los cauces de los ríos”, dijo.
En Pueblo Nuevo, los efectos son igualmente preocupantes. Carlos Álvarez, poblador de la zona, denunció que las concesiones mineras se están otorgando sin el conocimiento ni la consulta previa de la población, están destruyendo las cabeceras de cuenca y desviando los ríos. “Están acaparando el agua, perjudicando las economías locales, como la ganadería y la piscicultura, además, el mercurio utilizado en las minas contamina el aire y los cultivos”, señaló.
La minería también tiene efectos sobre la seguridad alimentaria de los distritos de Santo Domingo de Anda y Pueblo Nuevo. Jhon Pullido, gerente administrativo de Villasoldearabe, una empresa dedicada a la piscicultura, explicó que la minería amenaza directamente las fuentes de agua que alimentan los criaderos de peces: “El año pasado tuvimos una de las épocas más secas en la Amazonía peruana, y ahora con la minería, nuestros ríos están siendo desviados, lo que afecta la producción de peces, un alimento clave para las familias”.
La pesca y la agricultura sostenible en estos territorios dependen de los riachuelos y ríos locales, cuya contaminación compromete la seguridad alimentaria de las comunidades.
A pesar de la creciente preocupación de los pobladores y de las denuncias de daños ambientales y económicos, denuncian que no hay respuesta de los funcionarios encargados de supervisar las concesiones mineras. Según Álvarez, el Gobierno Regional de Huánuco está permitiendo que sigan otorgando concesiones en terrenos agrícolas, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria de la región. “Necesitamos una intervención inmediata», subrayó.
Por su parte, la alcaldesa de Santo Domingo de Anda, Dennys Calixto, advirtió que la minería está desviando las fuentes de agua que utilizan los piscicultores y que también abastecen a la población de Anda, poniendo en riesgo a toda la comunidad.
Calixto también cuestionó el sistema del Reinfo (Registro Integral de Formalización Minera), que permite a los mineros operar legalmente incluso sin contar con todos los documentos requeridos. «Nosotros hemos intervenido junto a la fiscalía, deteniendo su maquinaria, pero ellos regresan a trabajar”, dijo. Agregó que son concesiones registradas y con autorizaciones amparadas por el Reinfo, es decir, no cumplen con permisos, estudios ni autorizaciones correspondientes, pero el Reinfo los sigue respaldando.
La alcaldesa hizo un llamado urgente a las autoridades ambientales para frenar la expansión minera en la zona.