Durante el fin de semana, Donald Trump, quien nuevamente postula para la presidencia de Estados Unidos, fue víctima de un atentado mientras se encontraba en un mitin en Butler, Pensilvania. El FBI identificó al atacante como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, quien efectuó varios disparos, uno de los cuales, según Trump, le rozó la oreja. Tras los disparos, Trump se tiró al suelo, mientras cinco agentes del Servicio Secreto corrieron hacia el escenario para protegerlo, con el sonido de más disparos resonando en el recinto del Butler Farm Show.
El atacante, descrito como un francotirador, disparó desde una posición “arriba” fuera del mitin. Un video mostró al atacante en el techo, aparentemente con un rifle. Fuentes policiales confirmaron que el atacante se encontraba a una distancia de entre 20 a 150 metros del expresidente en el momento del tiroteo.
Después del primer disparo, un agente del Servicio Secreto informó que el atacante había caído. Trump, con la oreja y la cara ensangrentadas, se levantó y, levantó el puño para asegurar a sus seguidores que estaba bien, antes de ser retirado del escenario y llevado a un vehículo.
El incidente resultó en cinco disparos, con un muerto y dos heridos graves, según la Policía de Butler. El gobernador de Pensilvania identificó a un bombero como la víctima mortal. Posteriormente, la campaña de Trump emitió un comunicado: “el presidente Trump agradece a las fuerzas del orden y a los socorristas por su rápida acción durante este acto atroz. Está bien y está siendo examinado en un centro médico local”.
Tras salir del hospital, Trump declaró en “x”: “Supe de inmediato que algo andaba mal porque escuché un zumbido, disparos e inmediatamente sentí la bala atravesando la piel”. Por su parte, el presidente Biden condenó el acto y ofreció todo el apoyo de la Casa Blanca a Trump, además de ordenar una investigación exhaustiva.
El FBI ha calificado el tiroteo como un intento de magnicidio. Aunque Thomas Matthew Crooks ha sido identificado como el tirador, las investigaciones continúan para esclarecer todos los detalles del atentado.
Tras el atentado, Trump se dirigió a Milwaukee, Wisconsin, donde agradeció las oraciones y el apoyo recibidos, enfatizando la importancia de la unidad y mostrando su resiliencia .
