
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció recientemente que su homólogo chino, Xi Jinping, visitará Washington «en un futuro no muy lejano». Este anuncio se da en un contexto de crecientes tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo debido a la imposición de aranceles.
Trump mencionó que altos funcionarios del gobierno chino también visitarán la capital estadounidense próximamente, aunque no ofreció detalles específicos sobre fechas o nombres2. Según informes, ambas naciones están considerando una posible cumbre en junio, coincidiendo con los cumpleaños de ambos líderes.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha intensificado las medidas comerciales contra China, justificándolas como una respuesta al supuesto fracaso de Pekín en frenar el flujo de precursores químicos del fentanilo, una droga que ha causado miles de muertes en Estados Unidos2. Por su parte, China ha respondido con aranceles propios, lo que ha exacerbado las tensiones bilaterales.
La posible visita de Xi Jinping podría ser una oportunidad para aliviar estas tensiones y buscar soluciones a las disputas comerciales, aunque hasta el momento no se han confirmado detalles concretos3. La comunidad internacional observa con atención estos desarrollos, dado el impacto significativo que las relaciones entre Estados Unidos y China tienen en la economía global y la estabilidad geopolítica.