La administración del presidente Donald Trump anunció el cierre definitivo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), una institución emblemática creada en 1961 durante el gobierno de John F. Kennedy y considerada durante décadas como el principal brazo de cooperación humanitaria de Estados Unidos en el mundo.
El anuncio fue oficializado esta semana tras la publicación del Informe de Visita de Control N.° 4141-2025-CG/TRACO-SVC, en el que se confirma que el Departamento de Estado asumirá desde ahora la gestión total de la asistencia internacional, como parte de una reestructuración impulsada por el secretario de Estado Marco Rubio.
Rubio justificó la medida señalando que la USAID había dejado de cumplir sus objetivos estratégicos desde el fin de la Guerra Fría, y que operaba “como una organización benéfica en lugar de un instrumento de la política exterior estadounidense”. Añadió que muchos de sus programas beneficiaban a gobiernos que no respaldaban a EE. UU. en foros internacionales, y que la ayuda exterior debe ser “específica y limitada en el tiempo”.
Durante el proceso de desmantelamiento, iniciado en febrero de 2025, se cancelaron más del 80 % de los programas de cooperación, afectando cerca de 5,200 contratos. De los aproximadamente 10,000 empleados y contratistas que tenía la agencia, solo 294 permanecerán en funciones para mantener operaciones mínimas.
El cierre ha generado fuertes críticas por parte de expertos en desarrollo y organizaciones internacionales, quienes advierten que esta decisión podría dejar un vacío significativo en áreas como salud, educación, infraestructura y respuesta humanitaria. Un estudio publicado en The Lancet estima que los recortes podrían provocar hasta 14 millones de muertes prevenibles para 2030, un tercio de ellas en niños pequeños.
La desaparición de USAID marca un giro radical en la política exterior estadounidense, alejándose de su tradicional enfoque de cooperación multilateral y asistencia al desarrollo, y priorizando una estrategia centrada en los intereses nacionales inmediatos.
