El tifón Kalmaegi, catalogado como el fenómeno climático más letal de 2025 hasta la fecha, ha tocado tierra en el centro de Vietnam el 7 de noviembre, dejando al menos cinco personas fallecidas y provocando daños severos en varias provincias. Su paso previo por Filipinas dejó un saldo devastador: 188 muertos y 127 desaparecidos, según cifras oficiales actualizadas.
La provincia de Cebú fue la más golpeada por el tifón, con al menos 71 víctimas mortales. Las intensas lluvias generaron inundaciones que arrasaron viviendas, vehículos e infraestructura en más de 360 localidades, afectando a cerca de dos millones de personas.
Ante la magnitud de la tragedia, el presidente Ferdinand Marcos Jr. declaró el estado de calamidad nacional, medida que permite liberar fondos de emergencia, facilitar la asistencia humanitaria y controlar los precios de productos esenciales.
Vietnam: evacuaciones masivas y daños estructurales
Kalmaegi impactó las provincias centrales de Dak Lak y Gia Lai, donde se reportaron cinco muertes (tres en Dak Lak y dos en Gia Lai), tres desaparecidos en Quang Ngai y seis personas heridas. Más de 2.600 viviendas sufrieron daños, de las cuales 52 colapsaron por completo.
Las autoridades vietnamitas movilizaron 200.000 efectivos del Ejército y evacuaron a unas 300.000 personas como parte de las medidas de emergencia. La rápida respuesta buscó mitigar los efectos del tifón, que ya se ha degradado a depresión tropical.
A pesar de la disminución de su intensidad, los trabajos de recuperación continúan en ambos países. Se realizan labores de remoción de escombros, reparación de infraestructura y atención a los damnificados.
El paso de Kalmaegi ha evidenciado la vulnerabilidad de las regiones del sudeste asiático ante fenómenos climáticos extremos, generando llamados urgentes a fortalecer los sistemas de prevención, alerta temprana y respuesta ante desastres naturales.







