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Una ola de pánico se apoderó de la capital iraní luego de que Israel lanzara un ataque sin precedentes contra múltiples objetivos militares y nucleares en Irán. Como consecuencia, miles de habitantes de Teherán intentan abandonar la ciudad, generando un colapso vial en las principales rutas de salida.
Imágenes verificadas por agencias internacionales muestran una interminable fila de vehículos detenidos en la autopista 49, que conecta Teherán con la ciudad de Chalus, en la costa del mar Caspio. El espacio aéreo iraní permanece cerrado hasta nuevo aviso, lo que convierte a las carreteras en la única vía de escape para los residentes.
Israel ha instado a la población a mantenerse alejada de infraestructuras militares, mientras que las fuerzas de seguridad iraníes se han desplegado incluso en zonas residenciales. La situación ha provocado largas filas en estaciones de servicio y un ambiente de tensión generalizada.
Según cifras oficiales, los ataques israelíes han dejado al menos 224 muertos y más de mil heridos en Irán. En respuesta, Irán lanzó una serie de misiles que han causado 24 muertes en territorio israelí.
La comunidad internacional observa con preocupación el rápido deterioro de la situación en Medio Oriente, mientras miles de familias iraníes buscan desesperadamente un lugar seguro.