La tensión entre Caracas y Washington se agudizó esta semana luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenara el bloqueo de todos los buques sancionados que entren o salgan de Venezuela. La medida, que afecta directamente las exportaciones de crudo venezolano, ha generado alarma en la región y en los mercados energéticos internacionales.
Ante este escenario, México y Brasil ofrecieron su mediación para evitar una escalada del conflicto. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró su rechazo a cualquier forma de intervención o injerencia y expresó su disposición a convocar a países de América y otros continentes para buscar una salida pacífica bajo los mecanismos de la ONU. Por su parte, Brasil se sumó a la iniciativa, planteando la necesidad de un frente diplomático regional que priorice el diálogo.
Potencias como Rusia y China se pronunciaron en favor de la moderación y el diálogo, advirtiendo sobre el riesgo de un conflicto regional en el Caribe. Ambas naciones instaron a Washington y Caracas a resolver sus diferencias mediante canales diplomáticos y evitar acciones militares que puedan desestabilizar la región.
La crisis será abordada de urgencia por el Consejo de Seguridad de la ONU, que ha convocado una sesión extraordinaria para evaluar medidas que garanticen el cumplimiento del derecho internacional y la paz en el Caribe.
El gobierno de Nicolás Maduro respondió ordenando a su Armada escoltar los cargueros de petróleo, en un intento de garantizar la continuidad de las exportaciones pese al bloqueo anunciado por Estados Unidos. Maduro aseguró que las operaciones de crudo se mantienen “con normalidad”, aunque reconoció que la medida de Washington eleva el riesgo de confrontación en alta mar.
La crisis actual se suma a años de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, marcados por sanciones económicas y disputas políticas. Sin embargo, la decisión de Trump de bloquear buques sancionados representa un nuevo nivel de presión que amenaza con repercusiones más amplias en la estabilidad regional.
La mediación propuesta por México y Brasil, junto con los llamados de Rusia y China, refleja la preocupación internacional por evitar que la crisis derive en un enfrentamiento militar y por mantener abiertos los canales de negociación diplomática.






