Después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela confirmara los resultados de las elecciones del 28 de julio de 2024, Nicolás Maduro fue ratificado como presidente del país. Este fallo ha generado una serie de reacciones internacionales.
Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay expresó su descontento a través de las redes sociales, afirmando: «El régimen de Maduro confirma lo que la comunidad internacional ha venido denunciando: el fraude. Es una dictadura que cierra todas las puertas a una vida institucional y democrática para su pueblo. No podemos callar ni cesar en la defensa de la causa venezolana.»
Por su parte, el presidente de Chile también se pronunció, destacando que el TSJ venezolano ha consolidado lo que considera un fraude. Señaló que «el régimen de Maduro celebra una sentencia marcada por la infamia» y subrayó que Chile no reconoce este triunfo, calificándolo como autoproclamado. Además, lamentó el exilio masivo de venezolanos y reafirmó su compromiso con un progresismo democrático que respete los derechos humanos.
Ambos mandatarios manifestaron su solidaridad con el pueblo venezolano y su lucha por la democracia, la justicia y la libertad.
