Un fuerte terremoto de magnitud 8.8 registrado en la península de Kamchatka, Rusia, ha generado una cadena de alertas de tsunami en varios países del Pacífico, incluyendo Japón, China y Hawái. El sismo ocurrió en la madrugada del miércoles 30 de julio, con epicentro a unos 136 kilómetros al este de Petropavlovsk-Kamchatsky y a una profundidad de 19 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
En Japón, la Agencia Meteorológica emitió una alerta de tsunami para gran parte de la costa del Pacífico, advirtiendo olas de hasta tres metros. Cerca de dos millones de personas recibieron órdenes de evacuación, especialmente en la isla de Hokkaido y otras zonas costeras. Se suspendieron más de 40 líneas ferroviarias, se cerraron aeropuertos como el de Sendai y se evacuó al personal de la planta nuclear de Fukushima como medida preventiva.
En China, el Ministerio de Recursos Naturales activó una alerta amarilla por tsunami, anticipando olas de hasta 40 centímetros en las costas de Zhejiang y Shanghái. La situación se agravó por la coincidencia con el paso del tifón Co-may, que ya había obligado a evacuar a más de 160,000 personas en la región oriental del país.
En Hawái, el gobernador Josh Green declaró el estado de emergencia y ordenó la evacuación de zonas costeras. Las sirenas de alerta sonaron en Honolulu y otras ciudades, mientras miles de residentes se desplazaban hacia zonas altas. Se cerraron puertos, se suspendieron vuelos y se activaron los Centros de Operaciones de Emergencia del estado.
Las autoridades de todos estos países han instado a la población a mantenerse alejada de las costas y seguir las instrucciones oficiales mientras se monitorean las olas generadas por el sismo. Aunque no se han reportado víctimas fatales hasta el momento, el riesgo de múltiples olas durante varias horas mantiene activa la alerta en toda la región del Pacífico
